La cifra de depósitos en dólares al jueves pasado llegaba a US$ 3440 millones, cuando el promedio mensual desde 2007 rozaba los US$ 1000 millones; el BCRA cree que seguirá en alza

El blanqueo de dinero en efectivo, primera etapa del plan de sinceramiento fiscal lanzado por el Gobierno, se está reflejando en un crecimiento récord en el stock de dólares billetes depositados en el sistema financiero argentino.

Según los datos del Banco Central al jueves de la semana pasada (últimos disponibles), la cantidad de depósitos en dólares registrados en los bancos  rozaba entonces los 3500 millones de dólares (exactamente, 3440 millones de dólares, el nivel más alto en más de una década).

Al 31 de octubre pasado, cuando venció el plazo para abrir la cuenta bancaria en la que se debe depositar el dinero a blanquear, el stock de divisas en el sistema llegaba a 2789 millones de dólares. La diferencia entre ambas cifras se explica en que el plazo para ingresar el efectivo en esas cuentas fue extendido hasta el próximo lunes.
Según destaca el informe del Banco Central, que fue difundido ayer, el promedio del stock mensual de divisas en los bancos desde 2007 alcanzaba, hasta el inicio del blanqueo, unos 1000 millones de dólares, nivel que creció más de tres veces el mes pasado.

El Banco Central informó ayer que «las tenencias por parte de las entidades de billetes en moneda extranjera representaron el 73% del total de la posición general de cambios al cierre de octubre, mostrando un aumento de unos 2100 millones de dólares respecto del nivel del cierre del mes anterior».
El informe del mercado único libre de cambios (MULC) indicó que «este stock de billetes es conservado por las entidades básicamente para atender los movimientos de los depósitos locales en moneda extranjera y necesidades del mercado de cambios».

Un informe de la Reserva Federal de los Estados Unidos con datos de hace 10 años indica que los dólares en circulación por fuera de ese país sumaban unos US$ 450.000 millones; el país con la mayor tenencia de billetes, según ese reporte, era Rusia, con US$ 80.000 millones, seguido por la Argentina y China, con unos US$ 50.000 millones cada uno; en el caso argentino, en ese momento se trataba de 1300 dólares per cápita.

Cabe señalar que en ese cálculo la Fed incluye no sólo los billetes depositados en bancos, sino también el dinero en poder del público y otros agentes económicos, en blanco o no.

Balance transitorio

A fines del mes pasado, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, y el jefe de la AFIP, Alberto Abad, informaron que el balance transitorio del blanqueo local había sumado 58.000 declaraciones juradas de futuros contribuyentes por un total de 4600 millones de dólares.

Sin embargo, en el sistema financiero calculan que la suma total para el 21 de este mes, cuando termine el plazo para hacer el depósito del dinero a blanquear en cuentas bancarias, llegará a por lo menos 8000 millones de dólares.

En el Banco Central creen que el ritmo del blanqueo no aflojará pese al reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y a que algunos analistas señalaron que la nueva administración republicana será más reticente para negociar un tratado bilateral de intercambio fiscal de datos.

En la autoridad monetaria entienden que Estados Unidos está muy preocupado por las operaciones de lavado de dinero y de allí se deriva la presión de los bancos norteamericanos -que comenzaron a imitar a los suizos- para que los argentinos con grandes cuentas se sumenal blanqueo.

En un banco extranjero señalaron que «el flujo del blanqueo local no aflojó en los últimos días y va a seguir con las cuentas en el exterior, aunque es posible que, por la suba del tipo de cambio, se demoren algunas operaciones, porque la gente va a especular un poco para blanquear más cerca del final del plan», en marzo próximo. Esto se debe a que el tipo de cambio fijado por la ley de blanqueo es de $ 14,81, y cuanto más suba el dólar, menor multa en pesos pagarán los contribuyentes.

Más transparencia

El tributarista César Litvin coincidió con el enfoque del BCRA al expresar que «el intercambio de datos va a venir igual por el combate del delito de lavado de dinero. Se viene la transparencia para todos los fondos en el exterior y, en este marco, el acuerdo bilateral para intercambio de datos con Estados Unidos se puede demorar, pero tarde o temprano va a llegar».

Esta tarde se cumplirá otro hito, cuando el ministro Prat-Gay firme una declaración conjunta para el intercambio automático de datos fiscales con el viceministro para Asuntos Financieros Internacionales de Suiza, Jorg Gasser. Suiza es uno de los países que firmaron el acuerdo multilateral de datos auspiciado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), por lo cual entregará datos desde 2018; en este contexto, comenzó a negociar acuerdos bilaterales de intercambio automático de datos con varios países, entre ellos la Argentina.

Litvin explicó que «el 60 por ciento de la plata que se está blanqueando del exterior viene de cuentas en Estados Unidos, porque mucha gente las mudó el año pasado desde Europa», donde se agudizaron los controles.

Sin embargo, el especialista se quejó porque «hay dos aspectos del blanqueo que están mal, porque están entorpeciendo varias operaciones; uno es la imposibilidad de computar los pasivos y el otro es la interpretación descabellada que hace la AFIP del artículo 38 de la ley de blanqueo, que considera que si la persona física que exterioriza un inmueble es accionista de una sociedad anónima no podría blanquearlo».

En tanto, el abogado tributarista Diego Fraga dijo que «la ventaja del anonimato puede mantenerse un par de años más por el efecto Trump, pero no demasiado tiempo; el riesgo concreto de que a los contribuyentes los identifiquen en otras jurisdicciones es irreversible».

«De todos modos, nadie esperaba que un intercambio automático con los Estados Unidos fuera a negociarse demasiado rápido, así que el factor más relevante son los controles que pueden ejercer los principales bancos», explicó el especialista.