Corralito en Grecia. El primer ministro Alexis Tsipras anunció el domingo la imposición de medidas de control de capitales en el país y el cierre de los bancos a partir de este lunes. Es más, criticó duramente al Banco Central Europeo (BCE) por «obligar» a Grecia a activar las medidas, después de que la institución dirigida por Mario Draghi decidiese no aumentar la línea de liquidez de emergencia que ha sostenido en pie a las entidades financieras helenas en los últimos cinco meses.

«La dignidad del pueblo griego frente al chantaje y a la injusticia mandará un mensaje de esperanza y orgullo a toda Europa», declaró el premier, intentando calmar a la población. Tsipras garantizó los depósitos bancarios de los helenos y también el pago de pensiones y salarios en los próximos días.

No sólo bajarán la persiana las entidades financieras. Tampoco abrirá la Bolsa de Atenas. Parece claro que se limitará la retirada de efectivo en los cajeros automáticos de todo el país. Los controles podrían prolongarse hasta el 7 de julio, según afirma el diario británico ‘The Telegraph’. Al cierre de esta edición, el Ministerio de Finanzas no había publicado las reglas definitivas de las medidas del cierre.

La situación de los bancos sistémicos helenos se hizo insostenible a lo largo del fin de semana, después del anuncio de un referéndum convocado por Tsipras sobre la propuesta de reformas de sus acreedores, que se celebrará el próximo domingo. Los ciudadanos helenos se echaron a la calle para intentar salvar sus ahorros. Sólo el 40% de los cajeros del país contaban el domingo con dinero, según el diario heleno Kathimerini. Más de 1.300 millones de euros salieron de los bancos desde el pasado viernes por la noche. La fuga de depósitos supera con creces los 30.000 millones de euros desde el pasado otoño.

La amenaza del referéndum

La situación se agravó tras la decisión del Eurogrupo, el pasado sábado, de no ampliar el programa de rescate, que finaliza mañana, el mismo día en que Grecia debe pagar al FMI un vencimiento de deuda por valor de 1.600 millones. Todo apunta a que no podrá pagarlos al no haber recibido los 7.200 millones restantes de los rescates por el fracaso en las negociaciones.

«Está claro que el objetivo de las recientes decisiones del Eurogrupo y el BCE son un intento de chantajear la voluntad del pueblo», señaló Tsipras. «Esas decisiones fortalecerán la resolución del pueblo para rechazar las propuestas inaceptables del memorando y los ultimátum de las instituciones», añadió.

Tsipras volvió a reclamar por escrito a la Troika la extensión del programa de rescate para garantizar que el referéndum sea «democrático». La carta fue recibida el domingo por la noche en Bruselas. No hubo, sin embargo, respuesta alguna. «La decisión es de los Estados miembros, que el sábado ya tomaron una decisión», inciden fuentes europeas.

Desde Bruselas, dos fuentes diferentes explican que si Tsipras revoca el referéndum o hace campaña a favor del acuerdo sobre las bases del documento que publicó la Comisión Europea, las instituciones estarían dispuestas a profundizar en las ofertas de revisar la sostenibilidad de la deuda helena.

El cierre de las persianas de los bancos volvió a sacar a los griegos a la calle. Decenas de personas se aglomeraron en bancos del centro de la ciudad. Los controles se producen en pleno verano. Grecia vive del turismo en esta época del año y la situación podría afectar al sector. Varios países, entre ellos Alemania, ya advierten a sus ciudadanos llevar suficiente dinero en efectivo si viajan en vacaciones a Grecia.

La situación de incertidumbre parece ser total. Los helenos están llamados a las urnas el próximo domingo, pero no saben si los bancos estarán abiertos entonces. La decisión que tomen podría ser clave para el futuro del país. Una encuesta de Kapa Research publicada por el diario To Vima señala que el 47,2% votaría a favor de un nuevo acuerdo, aunque fuese doloroso. El 33% votaría no y el 18,4% estaría indeciso.

Las recomendaciones para el ‘corralito’

El Consejo de Estabilidad Financiera griego ha recomendado el cierre de las entidades bancarias griegas durante los próximos seis días laborables, según una fuente conocedora de la decisión. La medida sería efectiva así hasta el martes, 7 de julio, según recoge Europa Press.

Además, ha recomendado establecer un límite de 60 euros a la retirada de efectivo en los cajeros automáticos a partir del martes. El lunes los cajeros permanecerían cerrados, según la información a la que ha tenido acceso Reuters.

Las tarjetas bancarias de entidades extranjeras seguirán funcionando con los límites que hayan fijado estos mismos bancos, según estas fuentes, que han participado en la reunión del Consejo celebrada este domingo.

«El consejo ha recomendado festivo para los bancos durante seis días laborables, hasta la noche del lunes de la semana que viene. Los cajeros no funcionarán mañana, abrirán de nuevo el martes», ha explicado la fuente.

Estas limitaciones deberán ser primero aprobadas por el Consejo de Ministro y posteriormente incluidas en un decreto presidencial que deberá llevar la firma del jefe del Estado.