El gobierno devaluó la moneda y restauró las compras de divisas hasta el 20% de los ingresos. Desde entonces, las personas se desprendieron de 8.048,13 de pesos.

Se trata de poco más del 10% de la compra de la compra de activos externos de los privados no financieros según el Balance Cambiario del Banco Central en el primer semestre de 2011 (u$s 9.801 millones), antes de instaurar el cepo cambiario. En el primer trimestre de este año, la fuga de capitales registraba unos u$s 324 millones.

Después del entusiasmo inicial por la posibilidad de comprar “dólar ahorro”, la estabilidad del tipo de cambio, la suba de tasas de interés de los plazos fijos y una menor actividad económica replegaron a los compradores a unos u$s 6,7 millones diarios en abril y mayo.

Pero desde el mes pasado se incrementó la dolarización por esta vía, ya que la compra promedio subió a u$s 8,08 millones diarios en junio y a u$s 9,87 millones en lo que va de julio.

Se entiende que la pelea con los buitres, que deja al país al borde del default, estimuló la búsqueda de cobertura en billetes. En tanto, la mayor cantidad de pesos en la calle fruto de la mayor emisión monetaria y el cobro de las paritarias y el aguinaldo es un incentivo a desprenderse de los pesos, cada vez con menos valor.

Entre los compradores, el 91,4% está empleado en relación de dependencia, un 65% en el sector privado.

De las operaciones validadas, 89,9% de los compradores prefirió llevarse los billetes y pagar el 20% más ($ 9,82) sobre la cotización oficial del dólar ($ 8,18) en vez de depositarlos en una cuenta especial, y estacionarlos por un año.

Las personas sólo pueden destinar un 20% de sus ingresos (un monto mínimo de $ 7.200 mensuales) a comprar “dólar ahorro” con un tope de u$s 2.000 por mes, que debe ser validado por AFIP por 72 horas.

Gracias al cepo cambiario, que se instauró en octubre de 2011, el dólar paralelo recibe una demanda adicional que lo eleva a $12,6.

Otra de las consecuencias es el llamado “dólar turismo”, con un sobreprecio del 35% sobre el oficial y que luego puede tomarse a cuenta del impuesto a las ganancias, aunque el reintegro se recibe recién al año siguiente.

En lo que va del año se adquirieron u$s 291,72 millones para viajar al exterior.