Sector financiero e importadores, los que aprovechan la situación. Qué dice la industria. Es un dólar barato o caro ? El pedido de competitividad, más allá del valor de la divisa americana.

Una de las tantas preguntas que existen hoy en los mercados argentinos es la eterna discusión sobre el valor del dólar. ¿Está barato? ¿está caro? ¿a qué sector conviene la divisa planchada? ¿la discusión debería ser más de fondo y no tanto en la coyuntura de corto plazo? FortunaWeb consultó empresarios de distintos rubros, economistas y expertos en relaciones internacionales para entender dónde estamos parados con un dólar que hace un año oscila entre los 15 y los 16$, mientras que la inflación sube a ritmo constante.

Teddy Karagozian, el mayor hilandero del país (TN Plátex) lo explicó así: “A este ritmo la única inversión será para poner Bonos. ¿Eso es bueno? no, porque estás financiando un Estado elefantiásico y sigue siendo carga para privados. El aumento de la deuda para financiar gasto público significa que esos impuestos que no pagamos ahora vendrán después. Entonces si los impuestos no bajan para los que competimos con el exterior, no vendrá dinero para inversiones que generen empleo en los sectores que mejor distribuyen el ingreso”.

El empresario apuntó a la política económica: “Cuando vos decidís no subir el dólar, estás haciendo perder a alguien. Con esto perdemos todos con excepción de los bancos. Cuando toquen al dólar, por desgracia, será muy tarde”. Más allá de la coytuntura, pidió una discusión de fondo sobre la presión fiscal para ser realmente competitivos: “A mayor mano de obra se necesita un dólar más alto, por la falta de productividad en la paga de salarios. Cuando pagas salarios, pagas impuestos. La industria textil es pura mano de obra”, agregó y dio un ejemplo impactante: “Sobre 100 pesos de sueldo, se paga 80 de impuestos. A eso le sumas el IVA sobre la mano de obra y te vas a 230. Además te tengo que pagar IIBB y ya hablamos de 250 pesos de lo que el operario llevó 100. ¿Qué podemos hacer para poder competir? El Estado tiene que bajar su costo de 4 millones de personas a 2 millones”.

Apuros. Sergio Dominguez es licenciado en comercio exterior y CEO de Free Customs SA. Según su visión, en la Aduana se viven momentos de bonanza para los importadores: “El dólar está barato y esto le conviene a los que traen cosas del mundo a la Argentina. Los exportadores, en cambio lo necesitan un poco más alto porque vos competis contra el dólar a nivel mundial”. Si bien explicó que “no cambia la cartera de clientes” en el corto plazo, “si se modifica el volumen de las importaciones”. En ese sentido, aunque descartó que se especule de forma diaria, “se observa que los importadores quieren apurar la oficialización de los despachos aprovechando estos meses de dólar planchado”

Causas. En el sector de los economistas, Iván Carrino (Inversor Global) aceptó que “el dólar está subiendo menos que la inflación y por ende la brecha es más alta”. Si bien coincidió en que los exportadores siempre necesitan un dólar alto, recordó que “venían de un cepo, de retenciones, entonces ganaron competitividad. Si ves la película y no la foto, están siendo mas competitivos”.

Y ¿qué pasa con el consumidor? Para Carrino “con este dólar planchado ganan los salarios. Si pasa todo el año y los salarios crecen un 20%, entonces en el bolsillo rinde ese porcentaje de más en dólares”. Al igual que Karagozian, apuntó a la cuestión de fondo: La matriz productiva. Ahora bien, ¿puede haber una brusca subida tras las elecciones? “No se observa un gobierno manipulando al dólar. Es un proceso de cambio, no algo de la noche a la mañana”.

El economista liberal Javier Milei, hizo hincapié en la necesidad de ser competitivos para evitar el resultado a corto plazo: “La competitividad depende de factores extranjeros (términos de intercambio y tasa de interés en el mundo) y los valores domésticos que tienen que ver con el salario, la presión fiscal, la calidad del gasto público, el riesgo país y la inflación relativa a Estados Unidos. Si vos querés arreglar ese problema devaluando significa que querés bajar los salarios en dólares. Pero como el precio de los alimentos está en esa divisa tiras un montón de gente a la pobreza”.

Milei señaló que “el tipo de cambio es libre, no es que está atrasado. Esto puede traer un problema, es que haya una caída abrutpa de la demanda de dinero. Pero el BCRA tiene 24 mil millones de dólares para bancar una corrida”. Para comparar el peso argentino con el resto de la región, el economista ofreció cifras contundentes. El peso está depreciado un 45% con la moneda uruguaya, 33% contra Perú, 29,8% con Chile y 78,7% con Brasil. Con estos números, señaló: “El problema no es el tipo de cambio, sino que es una cuestión de presión fiscal”.

El directivo de la Unión Industrial Argentina José Urtubey consideró un “error” buscar competitividad a partir del tipo de cambio como variable. “Eso nos llevó a tener mala performance en la economia en las últimas décadas”, señaló- Al igual que Karagozian, pidió “bajar la presión tributaria que tiene que ser este año, no el próximo. La visión sólo del dólar es pan para hoy, hambre para mañana”. Con este boom financiero que vive el país, consideró que “las variables de desarrollo tienen que estar orientadas a la producción, no a la especulación”. A raíz de esto, apuntó: “Lo que hay que ver es que hacer frente a las nuevas inversiones. Que hacer sobre eso, trabajar sobre la competitividad sistemática”.

Carlos Bianco es docente-investigador de la UNQ y exSecretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. Para él no hay dudas que este contexto de dólar planchado “favorece fundamentalmente al sector financiero y a las empresas transnacionales”. Los perdedores, para Bianco “son los sectores productivos locales, puntualmente a las economías regionales y a las PyMEs porque resta competitividad-precio a las exportaciones de productos y además se deprecia el mercado interno porque el dólar barato fomenta la importación de productos extranjeros”. ¿Es el dólar alto la solución? “La historia demuestra que una devaluación en la Argentina no garantiza un salto en las exportaciones nacionales, desde el momento en que la oferta exportable local es muy rígida o inelástica; es decir, por las particularidades de la producción de productos agropecuarios, difícilmente se produzca un salto en la generación de saldos exportables de un momento al otro.