El stock de créditos con tarjetas en el exterior aumentó u$s 39 millones en los últimos dos meses. La disparada de los tipos de cambios paralelos, en especial el contado con liquidación y el dólar blue, incentiva tanto las compras en el exterior como los adelantos en moneda extranjera. El dólar blue subió ayer 5 centavos y cotizó a $ 14,25 manteniendo la brecha cambiaria al borde del 70%. El apetito por el dólar turista también fue incrementando a medida que la brecha se disparó

La renovada escalada del dólar paralelo y el incremento de la brecha cambiaria respecto del dólar oficial hacen sentir con fuerza la demanda de divisas. A las compras récord de dólar ahorro también se suman las operaciones con el llamado dólar tarjeta que se aplica para los consumos con tarjeta de crédito en el exterior, que en los dos últimos meses volvieron a crecer, con un salto de unos u$s 39 millones frente al stock de operaciones realizadas en junio.

El dólar blue subió ayer 5 centavos y cotizó a $14,25 manteniendo la brecha cambiaria al borde del 70%, un nivel que no alcanzaba desde los días previos a la devaluación de fines de enero.
“El aumento en la brecha cambiaria incentiva los consumos con tarjeta de crédito en el exterior.

La disparada de los tipos de cambios paralelos, en especial el contado con liquidación y el dólar blue con brechas mayores al 65% por sobre el tipo de cambio oficial, incentiva tanto las compras en el exterior como los adelantos en moneda extranjera. Esto se verifica en el aumento que evidenciaron este tipo de operaciones en julio y agosto”, apuntó un informe de Elypsis.

En concreto, según datos del Banco Central, las variaciones promedio del stock de créditos con tarjetas en el exterior fueron negativas desde diciembre del año pasado, con excepción del mes de febrero (que evidenció operaciones por u$s 33 millones).

Sin embargo, la tendencia se revirtió en julio, cuando el stock de créditos con tarjetas alcanzó los u$s 18 millones, mientras que en agosto marcó un total de u$s 21 millones.

Además del condimento estacional de mitad de año, que por lo general refleja los gastos relacionados con las vacaciones de invierno, los economistas consultados señalan que todos los mecanismos de fuga se disparan cuando se amplía la brecha. “Desde el 2012 cada vez que salta la brecha se incrementan los gastos en moneda extranjera. Hay una relación muy clara entre brecha cambiaria y gastos de importaciones de servicios en general, no solamente gastos con tarjeta por turismo, también se suman las compras de internet, por ejemplo”, explicaron desde la consultora Econviews.

De acuerdo a Francisco Gismondi, economista de Empiria consultores, cuanto más amplia es la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo, los incentivos son más altos para realizar viajes fuera del país. “No es que la gente esté viajando más, si no que está inclinada a viajar al exterior. En este sentido, hay más gente que está cambiando dólares. Cuando la brecha era de 35% ó 40%, sumado el 35% de recargo, no era tan atractivo cambiar antes de viajar pero ahora se gana una diferencia”, indicó Gismondi.

Según los cálculos del economista, el apetito por el dólar turista también fue incrementando a medida que la brecha se disparó. En mayo, el retiro de dólares fue de u$s 20 millones mientras que en junio totalizó los u$s 25 millones.

En tanto, junio y agosto mostraron que las compras de divisas se incrementaron hasta los u$s 35 millones. Si bien esta cifra también contiene un fuerte componente estacional, la tendencia continúa en ascenso: septiembre podría reflejar una demanda de u$s 50 millones.

Desde el estudio Broda explicaron que el consumo con tarjetas hoy muestra una dinámica que contiene fuerzas contrapuestas. Mientras la recesión le pone un techo al consumo, la brecha lo estimula. Sin embargo, en caso que la demanda aumente en lo que queda del año, señalan que es posible que este incremento esté contendio con mayores regulacione