Economistas consultados por Infobae aseguran que el dólar oficial  puede llegar hasta los $9,80 en diciembre de 2014

El Gobierno está cómodo con la paz cambiaria, pero un dólar a $8 no es sostenible

El dólar oficial salió esta semana del letargo. La divisa subió un centavo y se ubicó a $8,04 para la venta según la cotización del Banco Nación, un pequeño movimiento que volvió a fijar la mirada del mercado en el dólar. Una mirada nunca se corrió del verde billete, pero había dejado atrás períodos de tensión debido a la «paz cambiaria» que se mantiene hace ya unos meses.

La divisa que viene en el mercado oficial plantea certezas y dudas. Economistas consultados por Infobae aseguran que el Gobierno volverá a devaluar, porque coinciden que el dólar a $8 no es sostenible en el tiempo: la inflación ya se está comiendo los efectos de la devaluación del 18% en enero. Pero en este escenario, el timing será el factor clave para definir cómo se devaluará de aquí en adelante. La Argentina puede tirarse por el tobogán progresivo de las minidevaluaciones, o el dólar oficial puede pegar un fuerte salto como el de enero. Cómo y cuándo depreciará el peso se transforman así en las principales incógnitas.

Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews, explicó que el tipo de cambio se utilizó en enero para mejorar la competitividad, mientras que de allí en adelante se usó con el objetivo de controlar la inflación. «Éste es un dilema que la Argentina siempre tiene», dijo. Si bien ahora se está utilizando el tipo de cambio como ancla nominal, las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) -en torno a los u$s28.300 millones- no son suficientes para seguir ese camino.

La mayoría de los economistas proyectaron que el Gobierno retornará a las minidevaluaciones, aunque Kiguel estimó que a fines de año «se devaluará más rápido» y el dólar oficial finalizará a $9, 80, una de las proyecciones más altas entre las consultoras. «El año cerrará con una inflación en torno al 36%, por lo cual seguirá el atraso cambiario, aunque será menor que en 2013», aseguró.

El pronóstico de Bein & Asociados y el estudio del economista Miguel Ángel Broda estimaron que el dólar oficial llegará a $9,10 en diciembre. «No van a devaluar de golpe, les resultó muy costoso (en enero)», aseguró Marina Dal Poggetto, de Bein & Asociados. La economista opinó que el dólar oficial no experimentará una suba sistemática, y que tendrá una tendencia por debajo de la inflación y la tasa de interés.

Lluvia de divisas

Comenzar a mover al dólar en el pico de entrada de agrodólares por ahora no es una opción. Las cerealeras liquidaron casi u$s1.000 millones en una semana, un récord que marca la mayor cifra semanal desde 2006. Pero el efecto de la «lluvia» de dólares se dejará de sentir en julio, y el último informe de Analytica destacó que «la presión sobre el tipo de cambio volverá a poner en aprietos al Gobierno». Sin acceso al crédito internacional, deberá decidir si el dólar oficial vuelve a subir o se profundiza la caída del nivel de actividad.

«Es un error concentrarse en la entrada de divisas de la cosecha, porque el principal problema es la importación de energía. Si además se mantiene la emisión monetaria, es muy difícil ser optimista», opinó Diana Mondino, economista y profesora de la Universidad del CEMA.

Así, la paz cambiaria de los últimos meses tiene fecha de vencimiento. «La desaceleración del gasto público se debe dar para no presionar al BCRA», continuó Analytica. Maximiliano Castillo Carrillo, director de ACM Consultores, proyectó un dólar a $10,50 para fin de año, y coincidió que se deberá reducir el desequilibrio fiscal. «El Gobierno está en una encrucijada. Si mueve el tipo de cambio un poco todos los meses, se volverá predecible. Si lo deja en $8, volverá a estar atrasado. Esta dificultad se va a reflejar más rápido que tarde».

La preocupación por el gasto público rebotó con fuerza durante la semana pasada por las palabras de Jorge Brito, presidente del Banco Macro y titular de Adeba. El banquero había señalado que «devaluar no es la solución», y que es posible «volver a la situación de diciembre o enero», y por esa declaración recibió fuertes críticas del ministro de Economía, Axel Kicillof.

Una combinación entre el crawling peg -devaluación progresiva y controlada- y un salto del dólar marcado pero no tan fuerte como el de enero es el escenario que proyectó Camilo Tiscornia, director de Tiscornia & Asociados. En diálogo con Infobae, el economista aseguró que el organismo presidido por Juan Carlos Fábrega buscará «no ser predecible» luego de la confianza adquirida en el mercado. La suba del dólar oficial también empujará al blue, pero la mayor preocupación es que se vuelva a ampliar la brecha cambiaria, que se logró estabilizar en torno al 30 por ciento.

Cómo y cuándo se devaluará son las principales incógnitas entre los economistas

«Si se atrasa mucho el tipo de cambio, deberá conseguir dólares o tendrá que sobrerreaccionar con la tasa de interés», aseguró Dal Poggetto. Y por ahí pasa el mayor temor de Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis: que el Gobierno se «endulce» con el ancla de 8 pesos, asustado por una inflación que no desacelera como esperaba.

Desde la consultora, Cohan sigue de cerca la evolución de la suba de precios con mediciones propias, y mientras abril finalizó con una inflación del 2,5%, «mayo viene más tranquilo y podría cerrar por debajo del 2 por ciento». Aunque la desaceleración diluye más el panorama de una devaluación como la de enero, «el que no haya bajado lo suficiente es un problema». Si bien Cohan aseguró que deberían empezar hoy con el ajuste del dólar, estimó que lo harán entre julio y agosto, hasta llegar a los $9,50 por dólar en diciembre.

Ecolatina calculó un dólar a $9,40 para finalizar el 2014. El jefe de Investigaciones de la consultora, Juan Pablo Paladino, explicó que con la devaluación de enero, el Central secó la plaza y subió las tasas, logrando estabilizar el mercado cambiario. «El Gobierno ganó esa batalla, pero perdió la batalla de la inflación», dijo a Infobae.

Paladino plantea que lo mejor sería una convergencia entre las variables nominales. «La inflación sube un 2% mensual, el tipo de cambio avanza al mismo nivel y se mantiene la tasa de interés». Pero éste es el escenario ideal. «Si el Central no hace nada y lo deja en $8, estaremos en problemas en septiembre con el tipo de cambio real», concluyó. Y ante todo, salir de la encrucijada entre minidevaluaciones y un salto del dólar oficial será una decisión política.