Tanto el Gobierno como los analistas coinciden en calcular un dólar 2017 a $ 18

Es el valor que incluirá en el presupuesto del año próximo; los economistas advierten que, de esa manera, se mantendrá el atraso cambiario

El Gobierno estimará un tipo de cambio promedio de 18 pesos por dólar en 2017, en sintonía con las expectativas del mercado. Calificadas fuentes oficiales -del Poder Ejecutivo y del Legislativo- indicaron a LA NACION que ese será el tipo de cambio de referencia que se colocará en el presupuesto del año próximo que se enviará el jueves próximo al Congreso.

Más allá de este dato, en el proyecto el crecimiento del PBI rondará el 3%, la inflación, 17% y el déficit fiscal, 4 por ciento.

Según el más reciente relevamiento de expectativas del mercado (REM) que publica el Banco Central, «los pronósticos del nivel de tipo de cambio nominal (peso-dólar) sugieren una senda creciente pero estable». Así, el tipo de cambio nominal promedio esperado bilateral se ubica en $ 15,30 este mes, en $ 16 para diciembre próximo; $ 17,80 para agosto de 2017 y $ 18,50 para diciembre del año que viene.

El último informe del LatinFocus Consensus Forecast indica que el dólar terminará en $ 16,02 este año, pero algunos analistas lo ubicaron más arriba: $ 16,90 para Rubinstein; $ 16,75 para el estudio Ferreres; $ 16,50 para los bancos Citi, Barclays, UBS y Nomura; $ 16,35 para el banco Supervielle y $ 16 para el estudio Bein. Del otro lado, se ubicaron BMI Research, con $ 13,75, y Standard Chartered, con $ 15,50.

El valor del dólar 2017, el promedio esperado por consultoras y bancos es de $ 18,34, aunque algunos pronósticos se ubicaron por encima de ese número: Citi, con $ 20; Ferreres, con $ 19,98; e Itaú BBA y Fundación Capital, con $ 19,50; Elypsis, con $ 19 y el estudio Bein, con $ 18,40.

En cambio, para BMI Research llegará a $ 12,50; para Oxford Economics, a $ 15,94 y, según el Deutsche Bank, a $ 16,80.

YMCA
Analistas consultados por LA NACION coincidieron en subrayar que, en ese nivel, el tipo de cambio se mantendrá retrasado.

Diego Coatz, economista jefe de la UIA, dijo que «lo importante es trabajar sobre la inflación para que no haya una carrera entre precios y salarios, en un contexto de amesetamiento de los productos transables y por la recesión en Brasil».

Por lo tanto, más allá del tipo de cambio nominal, destacó que la clave es «tener políticas como créditos para la producción y una baja en los costos logísticos».

Aldo Pignanelli, ex presidente del Banco Central y referente del Frente Renovador, dijo que «el dólar a $ 18 significa atraso del tipo de cambio, porque el Gobierno había hablado de un dólar a 14 pesos en enero, así que debería estar en $ 18 ahora». Este, aseguró, «es un esquema tradicional de ajuste de la inflación a través de apertura económica, atraso cambiario y control monetario, pero tiene dos problemas: el déficit fiscal y su financiamiento. Creo que la inflación estará entre 20 y 25 por ciento anual en 2017. Y con esa inflación, el dólar el año próximo debería estar a 20 pesos».

Gabriel Rubinstein sostuvo que «la inflación será del 22% y la devaluación, del 18%, con un leve atraso cambiario adicional, por lo cual la industria no se verá aliviada por este factor, aunque sí por la mejora en Brasil. Es posible por lo tanto que se retrasen algunas inversiones industriales. Pero no hay otra porque el poder de los sindicatos es muy fuerte y es muy difícil prever una nueva baja del salario real».

Martín Vauthier, del estudio Bein, dijo que «el dólar no va a ningún lado; hay muchos ingresos de divisas por el agro, más algún aporte del blanqueo y las divisas de las provincias y las empresas».

Esto implica que «en 2017 habrá atraso cambiario, como reflejo de la navegación a vela de la política cambiaria en un año electoral, tras un año en el que hubo una fuerte corrección de los precios relativos con alta inflación. Así, en 2017 se recuperará el salario real», explicó.

Gabriel Zelpo, de Elypsis, sostuvo que prevén «una devaluación del 20% y una inflación del 21%, lo que mantendría el atraso cambiario, que claramente no se revertirá en un año electoral».

Un importante industrial del rubro textil, que optó por hablar en off the record, dijo que «un dólar a $ 18 para muchos es una solución, pero para la industria es un nivel muy bajo, por la baja productivdad que tiene el país a raíz de los altos impuestos y del gasto público excesivo en empleados y en subsidios».

El aporte de divisas del campo

El complejo cerealero-oleaginoso representó, en el primer semestre del año, el 47,5% del total del total de los ingresos obtenidos por exportaciones del país, de acuerdo con el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre complejos exportadores.

Este sector contribuyó con el ingreso de U$S 13.180 millones, sobre el total de US$ 27.706 millones vendidos, sin contar los ingresos por biodiésel ni glicerina, también originados en el aceite de soja.

El cálculo considera a las exportaciones del complejo oleaginoso que contiene a la soja -porotos, aceites, pellets, y harinas- y agrega los ingresos obtenidos por ventas del complejo cerealero (maicero -granos y harinas- y triguero, granos, harinas y pellets).