Los ahorristas minoristas siguen adquiriendo billetes, a pesar de que la inversión pierde contra la inflación. El turismo externo se dispara. La oferta de divisas llega «volando» y continúa la bicicleta financiera para algunos

El dólar sale más o menos lo mismo que lo que costaba en diciembre de 2015 en el mercado paralelo. Y, a pesar de que se recalentó esta tarde y avanzó nueve centavos, es más barato que en enero, cuando la asunción de Donald Trump como presidente de Estados Unidos hacía temer a los grandes inversores la llegada de turbencias. Mientras tanto, la inflación argentina siguió en aumento. Entonces, ¿por qué la demanda de divisas por parte de los ahorristas no para de crecer?

Según datos del Banco Central, la compra de dólares creció 74 por ciento interanual en los primeros cuatro meses del año. Los argentinos compraron u$s 9515 millones para atesorarlos. Y la mitad de esa demanda fue de ahorristas minoristas: compradores que adquieren menos de 10 000 pesos por mes.

Solo en abril, las compras de billetes sumaron u$s 2065 millones y fueron concretadas por 760 000 personas. El 47 por ciento de ese monto correspondió a adquisiciones minoristas. Los pequeños inversores compraron u$s 970,55 millones, o un 5 por ciento más que en marzo.

«La compra minorista es una cuestión cultural», afirmó el economista Amilcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur (Cesur). «La moneda de ahorro sigue siendo el dólar, aunque esté planchadísimo y pierda contra la inflación. La gente prefiere optar por un activo que le da seguridad, incluso en este contexto de inflación», agregó.

¿Quiénes más compraron dólares? Los que viajaron al exterior. El ítem «Turismo y viajes y pasajes» arrojó un egreso neto de divisas de u$s 781 millones. Las compras brutas para turismo (es decir, sin descontar el ingreso de divisas de extranjeros) aumentó un 25 por ciento interanual, hasta los u$s 943 millones. Por la suba de costos internos, viajar al exterior es más barato.

Si los que compran divisas son los pequeños ahorristas, quienes las venden son los grandes inversores. Como se dijo, la compra minorista creció 5 por ciento desde marzo. Pero las compras de más de 10 000 dólares cayeron en volumen. Las adquisiciones por parte de grandes operadores cayeron en abril por cuarto mes consecutivo, según el Banco Central.

Las ventas llegaron en golondrina. Los capitales especulativos aterrizan en el país seducidos por las altas tasas de interés en pesos y la estabilidad cambiaria. La famosa bicicleta financiera les permite a estos inversores hacerse con rápidos rendimientos en dólares que no se registran en otras partes del mundo.

Según el Banco Central, los ingresos brutos de billetes totalizaron 1452 millones de dólares en abril. De esa suma, u$s 190 millones correspondieron a Inversiones Extranjeras Directas (IED), desembolsos en la economía real. Los u$s 1262 millones restantes son inversiones «de cartera», especulativas.

Estos inversores notan que el dólar está más barato que en enero. A comienzos de año, la divisa mayorista operaba cerca de los 16 pesos. Ayer cerró a $ 15,56. Y el Banco Central ofrece Lebac a 35 días con tasas de interés del orden del 25 por ciento. Traer dólares, comprar Lebac, esperar un mes y llevarse los dólares más el rendimiento (o reinvertirlo) -lo que en la jerga financiera se conoce como «carry trade»- es garantía de ganancia.

«Es claro que vienen capitales a hacer carry trade. Tiene que ver con la estabilidad del tipo de cambio y los rendimientos en pesos», afirma Gabriel Zelpo, economista Jefe de la consultora Elypsis.

El Banco Central debe renovar hoy Lebac por 430 000 millones de pesos. «Es uno de los vencimientos más grandes, representan el 56 por ciento de la base monetaria», explica Collante. El BCRA acude a estos instrumentos para retirar pesos del mercado. El consenso de economistas espera tasas superiores al 25 por ciento, luego del dato de inflación de abril, del 2,6 por ciento.

Según los analistas, este escenario se mantendrá, al menos, hasta que comience el proceso electoral, el agosto. «Creo que la Lebac le va a ganar al tipo de cambio hasta agosto. Después llegará el ruido electoral», afirmó Collante.

Zelpo, con matices, coincidió. «En el corto plazo, observamos que el tipo de cambio está muy apreciado, particulamente por la política monetaria contractiva del BCRA, que prioriza su pelea contra la inflación. No creo que haya un salto fuerte por las elecciones (en el dólar), pero sí se verá un pequeño movimiento. Un poco por profecía autocumplida, el dólar va a subir un poquito ante las elecciones», sostuvo.

Más allá de eso, los economistas revisan sus proyecciones hacia fin de año. Si esperaban un tipo de cambio cercano a los 18 pesos para diciembre, las estimaciones comienzan a acercarse a valores de entre $ 17,40 y 17,60.

«Argentina tiene características estructurales que llevan a un tipo de cambio apreciado y se van an mantener en el largo plazo», afirmó Zelpo. ¿Cuáles son? «El déficit fiscal (que debe financiarse con deuda) y la apertura gradual de la economía».