La divisa norteamericana volvió a retroceder con fuerza y cerró a $13,60. El cambio de presidente del Banco Central y los megaoperativos de control, algunos de los factores que promovieron la tendencia de caia de la cotización del dólar paralelo.

Hace poco más de un mes el dólar libre tocaba los 16 pesos y no se veía su techo en una economía con una tasa de inflación que se fue acelerando hasta superar el 40% al año. La brecha cambiaria estaba en 84% y la tasa de interés de un plazo fijo pagaba poco más de 20% al año. Ahora la divisa se vende a 13,60, la brecha cayó a menos de 60% y una colocación a interés en bancos paga alrededor de 24% anual y rinde más en términos de dólares.

En los últimos 34 días el cambio más relevante en la economía fue el del presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, a quien Economía prácticamente no lo autorizaba a subir las tasas de interés y le ponía trabas para usar las reservas para pagar importaciones, más allá de las energéticas, por Alejandro Vanoli, a quien se le permite un giro radical en la política monetaria y financiera.

EN UN MES LA BRECHA CAMBIARIA CAYÓ DE 88% A 58% Y LA TASA DE INTERÉS DE UN PLAZO FIJO SUBIÓ DE 20 A 24 POR CIENTO ANUAL

Allí se encuentra la primera razón de por qué el dólar en el mercado libre comenzó a desandar la carrera ascendente, casi desenfrenada, que había comenzado a mediados de junio cuando la diferencia entre la cotización del libre y el oficial era de 46% y había alcanzado un pico el 24 de septiembre durante instantes en que llegó a testear la zona de 16 pesos por dólar y la brecha se aproximó a 88%, para iniciar una trayectoria declinante que ahora quedó en 13,60 pesos y el gap se achicó a 58,8 por ciento.

Semejante reducción de casi 30 puntos porcentuales de la brecha se logró a través del retiro de pesos del mercado. La base monetaria que crecía a un ritmo de 20% en septiembre se atenuó a 15,3% en octubre, en comparación con un año atrás: una baja en términos reales de 18 por ciento. De ahí que la relación de convertibilidad entre la cantidad de dinero primario y las reservas en divisas que había subido a 14,87 pesos a mediados de octubre descendió a 14,17 pesos al 24 de ese mes (último mes) y se estima que descendió a menos de 14 en la actualidad. Y si bien la Argentina ya lleva 13 años de abandono de ese régimen monetario, sigue presente en la mente y las planillas de los operadores financieros y cambiarios.

LA BASE MONETARIA PASÓ DE CRECER 20% ANUAL EN SEPTIEMBRE A 15,3% EN OCTUBRE

Como segundo factor que explica el curso de la divisa es el despliegue de más controles, mucho más férreos de parte del Banco Central, la AFIP, la Comisión Nacional de Valores, junto a la Policía Federal y la Gendarmería en el microcentro, ya que no sólo se limitaron a transitar por las principales arterias de la ciudad, sino también incluyeron megaoperativos en casas de Bolsa y Cambios, con fuerte repercusión mediática y suspensiones transitorias para operar y cargos a sus directivos. De ese modo se generó un cuadro de temor en compradores y vendedores y con ello se contrajeron las operaciones, más aún por la señalada falta de pesos.

Un tercer motivo es que, frente a esa realidad, algunos operadores experimentados comenzaron a advertir que podrían obtener abultadas ganancias de corto plazo con la venta de billetes norteamericanos y comprar bonos y acciones de alta liquidez, como las de los sectores energético y bancario: «Para qué guardar dólares si se puede tener en cartera un Boden 2015 que rinde 16 por ciento en dólares y queda guardado en la Comisión de Valores. Ni siquiera hay que gastar en cajas de seguridad o mantenimiento de cuentas», reflexionaba un operador ante la consulta de Luis Beldi.

OPERADORES AVEZADOS COMENZARON A VENDER DÓLARES PARA COMPRAR BONOS Y ACCIONES DE ALTA LIQUIDEZ

Como cuarta causa aparece la notable fluidez que adquirieron las validaciones de la AFIP de los pedidos de compra de dólar ahorro para quienes tienen ingresos declarados que van desde dos a 10 salarios mínimos vital y móvil, a un valor del orden de 11,56 pesos por unidad, porque se constituyó en un importante actor para alimentar la oferta en el mercado libre a 13,60 en la actualidad, ya que posibilita una renta mensual de 18% y transformar un aumento salarial del 32% en 50 por ciento. De ahí que un mercado que se estimaba movía entre 6 y 7 millones de dólares por día pasó a contar con una oferta de más del doble, porque las ventas oficiales para ahorro saltaron de un promedio de 13 millones de dólares en agosto, a 17 millones en septiembre y más de 21 millones en octubre.

Al respecto, un operador avezado destaca que quien compra para ahorro de largo plazo tiene otras motivaciones que quien vende por necesidad, como los que buscan hacer la «bicicleta» de adquirir la divisa por la vía de la validación de la AFIP y venderla en el libre, porque se encuentran que «faltan pesos» y terminan «revoleando» los billetes para pagar las cuentas del mes en la moneda nacional, con lo que deprimen el precio.

Finalmente, sobre el cierre de octubre apareció el quinto factor explicativo de la baja del dólar libre. El Banco Central activó parte del «swap de China», por 814 millones de dólares. Se trata de un préstamo de corto plazo en yuanes que ingresan a las reservas en divisas, y posibilitaron poner freno a la caída de la posición en moneda extranjera: 275 millones en julio; 383 millones en agosto y 706 millones en septiembre, la cual se había convertido en un factor determinante del aumento de las tensiones cambiarias. En octubre, con la ayuda de China, repuntaron 186 millones.

PUNTO DE GIRO EN LA BAJA DE LAS RESERVAS DEL BANCO CENTRAL

Y ahora, se sospecha en la City que la dupla Kicillof-Vanoli buscarán obtener préstamos para fortalecer las reservas del Banco de Francia y de Basilea, que se sumarán a los ingresos esperados con la licitación de la banda de comunicaciones 4G por 2.200 millones de dólares, más el acuerdo con cerealeras para que anticipen liquidaciones de exportaciones en estos dos meses, octubre y noviembre, por 5.700 millones de dólares, para revertir el ciclo estacional de menor saldo de la balanza comercial.

Sigue ausente un cambio de fondo en la política económica

De todas maneras, los analistas financieros y encumbrados economistas profesionales advierten que la demanda de dólares seguirá siendo alta, aunque ahora las expectativas de devaluación en el corto plazo son bajas, porque más allá del giro de la política monetaria, no se perciben cambios radicales en el flanco fiscal, donde el gasto público, alimentado por el financiamiento con emisión monetaria del Banco Central, crece entre 10 y 15 puntos porcentuales más que los recursos tributarios.

Y menos aún en lo referente a generar un mejor clima de negocios, con menos regulaciones de precios; reducción de la presión tributaria; supresión del cepo cambiario, en particular para importaciones de insumos y partes esenciales para el proceso productivo, y eliminación de los cupos de exportación en varios frentes del sector agropecuario.

En esa línea, Rodolfo Santángelo, socio del estudio M&S (Melconián y Santángelo), estimó en diálogo con Pablo Wende en InfobaeTV que «el mercado de cambios está muy distorsionado. Uno quisiera ver un mercado transparente, sin la policía en la calle y con decisiones del sector privado. Se puede decir que los 15 y casi 16 pesos que llegó en algún momento era un valor muy elevado porque había subido muy de golpe. Lo cierto es que creer que este mercado se controla con la gendarmería es una ingenuidad».

«Si no tenemos en cuenta que hay un exceso de pesos que ni la gente ni las empresas quieren tener, lo que hay que preguntarse es adónde canalizan ese sobrante de pesos. No creo que las empresas y las familias ahora van a querer esos pesos y hacer plazos fijos y descapitalizarse», avanzó Santángelo.

«Por ahora no cambió nada, apareció un dato positivo como fue el aumento de la recaudación, muy influido por el pago de impuestos adelantados, que por cambio de tendencia. Pero no se ve ningún punto de inflexión en la política fiscal. Estamos en una economía recesiva que contiene la inflación por debajo de 2,5 por ciento mensual. El Gobierno está mucho más ocupado en querer ganar la batalla externa, de la brecha cambiaria, de las reservas, traer dólares del 4G, y si entran dólares, que por la batalla interna de moderación del déficit fiscal», resaltó Rodolfo Santángelo