Los préstamos en pesos aumentaron 25,8% y los nominados en dólares, 157% interanual. El boom de los personales explica gran parte del incremento.

El mes pasado, las financiaciones bancarias al sector privado registraron un aumento de $24.400 millones; esto representa un incremento del 35,8% interanual y del 2,2% mensual. De esta manera parece haberse consolidado la recuperación del crédito al sector privado (el stock total se acerca a los $1,15 billón) y puede dar lugar a esperar mejores datos de actividad. De la variación total de abril, $17.896 millones corresponden a préstamos en pesos (crecieron 25,8% interanual y 1,9% mensual). Mientras que los nominados en dólares aumentaron el equivalente a $6.504 millones (+156,8% interanual y +4,2% mensual). Por un lado, se observa que gran parte del nivel de las financiaciones privadas siguen apuntaladas por el comportamiento de los préstamos en dólares.

Claro que esto es posible gracias al crecimiento de los depósitos privados en dólares que el mes pasado aumentaron el equivalente a más de $6.000 millones el mes pasado (totalizan u$s23.000 millones). Vale señalar que estos préstamos están vinculados principalmente con empresas exportadoras o proveedoras de ellas.

El stock total de préstamos privados en dólares supera los u$s10.900 millones. Ahora bien, hay que destacar que en los últimos tres meses los créditos en pesos han recuperado protagonismo, venían de representar poco menos que el 6% del total y ahora son el 30%. En tal sentido, el boom de los préstamos personales es lo que explica fundamentalmente lo que acontece en el mercado financiero. El mes pasado acusan un incremento de casi $9.870 millones, lo que implica un crecimiento del 48% interanual (+4,4% frente a marzo).

Estas financiaciones ya representan cerca del 27% del total de préstamos privados, lo que habla de su gravitación no sólo para el negocio bancario sino como auxilio para las familias. Es que en los últimos tiempos esta línea de préstamos pasó a constituirse como una válvula de escape para los castigados presupuestos familiares. Las personas han recurrido a estos créditos (que junto con las financiaciones con tarjeta de crédito, tienen las mayores tasas activas del mercado) para concretar proyectos o gastos postergados, hasta suplir el faltante de ingresos del hogar con el fin de cubrir gastos mensuales o pagos de las tarjetas, hasta erogaciones menores (como refacciones de hogar) y así también viajes de turismo o compras de bienes durables.