La  dinámica de la economía en la Argentina es única. En muy pocos meses, el país pasa de la euforia del dólar ahorro o blue a invertir en pesos en Lebac (¡y no querer dólares!).

A minutos del segundo semestre, es hora de recalcular las inversiones. La inversión «ganadora» de los primeros cinco meses del año fue la inflación y ni siquiera las Lebac pudieron competir con la suba de los precios.

Hoy los indicadores interanuales de la economía muestran los peores resultados, con una inflación por arriba del 40% y fuertes caídas en los niveles de actividad, consumo y empleo. Los bolsillos que son el último eslabón de la cadena difícilmente sientan una mejora de corto plazo. Los salarios van a tardar en recomponerse y en todo caso dejarán de perder poder de compra en los próximos meses. Mientras los dólares siguen sin aparecer, salvo los financieros, la única forma de reactivar la economía es a través de la obra pública, la transferencia de fondos a las provincias y del dinero de los jubilados, que podría volcarse al consumo.