En el día dos del efecto Trump las monedas de la región cayeron con fuerza. El real cayó 5% y el peso mexicano, 4%. El peso acompañó pero con una caída menor. Adjudican al blanqueo que el peso resista más. Advierten sobre el costo en competitividad. El minorista volvió $ 15,28

El dólar se disparó 12 centavos ayer en el mercado cambiario hasta llegar a $ 15,28 en las pizarras minoristas en un día de derrapes de las monedas emergentes que hizo caer 5% al real brasileño, principal socio comercial argentino. Aunque significativa, la suba del dólar fue contenida por ventas de oportunidad de oferentes que aprovecharon los precios y que impidieron una suba aún mayor. En la segunda rueda tras la sorpresiva victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses la dinámica local volvió a defender el valor del peso, pero la tendencia del mercado cambiario como mínimo fue puesta en duda ayer para el corto plazo.

El dólar mayorista cerró la rueda de ayer $ 15,03, 11 centavos por encima de su nivel del día anterior. Cae 0,79% en lo que va de noviembre, gana 15,75% en lo que va del año y salta 56,44% interanual.

En la rueda de ayer se destacó la volatilidad del precio. Impulsado por una incipiente salida de inversores financieros que reaccionaban ante la baja de las monedas emergentes llegó a subir 28 centavos desde su cierre anterior, para tocar $ 15,20 pasado el mediodía.

«Esto sucede cuando los bancos extranjeros deciden en forma global, que deben cubrir sus exposiciones en otras monedas para pasarlas a dólares, además de otros activos, y les ordenan hacer hedge. Nuestro mercado no está exento de este problema y lógicamente los bancos de procedencia extranjera les conviene tomar posiciones en dólares para cubrir su capital, tomando en cuenta que nuestra devaluación del peso –1,8% máximo de hoy– fue mucho menor que las de los países señalados anteriormente, que en estos días llegaron al 10%», escribió ABC Mercado de Cambios en un reporte.

En ese nivel aparecieron ventas de exportadores que aprovecharon un precio que no se veía hacía dos semanas en la plaza de los grandes jugadores. El flujo de oferta contrarrestó la disparada e hizo retroceder al precio hasta su valor de cierre.

«Algunos de los que entraban se asustaron y salieron, cuando vieron que el real caía 5% y el peso mexicano no dejaba de patinar, más las bolsas y los bonos locales con fuertes bajas», dijo un operador bancario. «Cuando apareció la expo los que pagaban se corrieron un poco y ahí bajó el precio, pero también se vió mucha demanda por los futuros de dólar más cortos con gente que llegó a pagar tasas del 35% en noviembre, lo que muestra que ganaron bastante con el carry no les preocupó pagar cara una cobertura dejando un poco del resultado en la cancha».

Hasta las elecciones estadounidenses del martes la tendencia en el mercado cambiario parecía previsible. El ingreso de divisas financieras mantenía al peso en proceso de apreciación, en términos reales pero también con algunos avances nominales. Eso acompañado de un Banco Central (BCRA) en plena lucha contra la inflación que garantiza tasas altas por un buen rato. Dólar estable o en baja con tasas en pesos altas son un imán para fondos de afuera que se cambian por pesos, se colocan a tasa y al final del trade obtienen sólidos resultados medidos en dólares; lo que de paso retroalimenta el proceso al fortalecer al peso.

El efecto Trump –expectativas de mayor inflación y déficit en EE.UU.– impulsaron, por ejemplo, la tasa de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años a 2,109% (un avance del 13%), lo que encarece el costo de emitir deuda para la Argentina y, en principio, dificultaría nuevas emisiones de bonos. Eso es menos oferta de divisas y por ende, menos claridad sobre el futuro del peso.

La caída de las monedas emergentes puso en duda, al menos en el corto plazo, esa tendencia hasta hace poco tan clara. De ahí la demanda de divisas y la suba en futuros.
En el Rofex, la tasa implícita de devaluación en el contrato futuro de dólar al 30 de noviembre quedó en el 35% anual (estaba en el 27% el viernes pasado) por las fuertes tomas de cobertura.

El cambio de dirección del dólar, sin embargo, pareció insuficiente para algunos analistas.
«Hoy se depreciaron real 5,2%, peso mexicano 4,2% y peso argentino 0,7%. Tenemos un problema», tuiteó Miguel Kiguel, economista y ex secretario de Finanzas. «Te genera un problema de competitividad. Nos estamos encareciendo, especialmente contra Brasil, porque el real se venía apreciando y de alguna forma nos daba un colchón que ahora desaparece. La verdad es que esperábamos una reacción parecida a la del Brexit, cuando el peso acompañó al resto de las monedas, pero eso no pasó. Creo que es un problema técnico que tiene que ver con el blanqueo», dijo a El Cronista.

El Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral que elabora el BCRA y que mide la competitividad de la moneda perdió buena parte de la mejora competitiva obtenida con la salida del cepo. Se redujo al 22% desde el 40% original. Y si no se redujo más fue gracias a la apreciación del real: el tipo de cambio real bilateral con Brasil mejora 47% desde la salida del cepo.