Las diferentes carteras en las que Mauricio Macri dividió la gestión para evitar un “superministro de Economía” miraron con desconfianza la última decisión de Federico Sturzenegger, que el martes decidió mantener sin cambios la tasa de interés de referencia, es decir, la que paga por las Lebac a 35 días.

Después de 10 semanas consecutivas en las que se anunciaban recortes de tasas a la par de las señales de una inflación en descenso, el Central esta vez pisó el freno, argumentando que veía cosas en la inflación núcleo (precios no regulados) que no le habían gustado.

Así, no hizo más que reavivar las críticas, silenciosas por ahora en buena parte del gabinete de Mauricio Macri.

En Hacienda y Finanzas, en Producción y hasta en Interior (donde manejan la obra pública) consideran que mantener la tasa de referencia en el 30,25% anual afecta y demora la trabajosa recuperación de la actividad económica.

Las principales objeciones: la tasa en ese nivel, con un tipo de cambio casi quieto, alimenta la ya conocida bicicleta financiera que deja jugosas ganancias, en dólares y con bajo riesgo, a quienes compran Lebacs. Esta bicicleta la miran con desagrado en las carteras que manejan Francisco Cabrera (Producción) y Alfonso Prat-Gay (Hacienda y Finanzas).

En Producción porque consideran que “bicicleta mata inversión directa”. Lo explican así: muchos proyectos están frenados mientras los dueños de los fondos se entretienen con el juego de las Lebac. En Hacienda critican porque se alarga, dicen que innecesariamente, el invierno económico.

En el Banco Central objetan esa mirada. “El que tiene un plan de inversión para desarrollar un negocio rentable mira en años, no en la tasa que pueda ganar en uno, dos o tres meses”.

Como sea, las críticas ya se han escuchado y publicado en las últimas semanas: “El Central está utilizando la tasa de interés como único instrumento para frenar la inflación y para vigilar el tipo de cambio, ylas dos cosas al mismo tiempo no se pueden hacer”.

Al Central también le gustaría ver el dólar más arriba, “pero justamente las tasas de interés que paga en pesos frenan cualquier tendencia ascendente” es la crítica que se escucha en el gabinete económico.

Pero lo cierto es que más allá de las críticas, las prevenciones de Sturzenegger y su equipo se confirmaron ayer: la inflación (núcleo o general) resultó más alta de la que esperaban los analistas privados.

Pero los ministros “económicos” igual creen que “sobra tasa de interés” y que el Central debería ceder en su mirada “académica” (dicho esto en tono crítico por un ministro) para aceptar que puede haber desviaciones entre lo que dicen los libros y la realidad del día a día.

No es la primera vez que Sturzenegger escucha esas críticas, en privado. En público, solo se hace alabanza a la independencia del organismo monetario.

En el Banco Central también han hecho pública su consigna: “la prioridad es bajar la inflación, lo demás viene después”.