La mega-emisión de bonos que hará el equipo económico el martes ocurre en un momento favorable para los mercados internacionales. Pese a que el contexto financiero global vivió mejores momentos, la emisión de los u$s 15.000 millones se hará en un contexto de tasas de interés negativas, precios más estables del petróleo y una preocupación más moderada por el crecimiento de China.

En los mercados emergentes, que no registra emisiones de deuda recientes, los rendimientos están cerca de sus mínimos en 8 meses. A esto se suma el impulso que tuvieron los activos argentinos en los últimos días, luego de que el fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York diera luz verde al país para dejar atrás el default – El rendimiento del bono Discount cayó 50 puntos básicos en dos días.

Además, el riesgo país alcanzó sus mínimos desde 2008, tras caer en lo que va del mes casi un 7%. El escenario actual y el atractivo por la «historia argentina» reflejan el interés de los inversores por los nuevos títulos: algunos colocadores en Nueva York comentan que hay órdenes individuales de u$s 1000 millones e incluso más.

Desde Wall Street sostienen que los bonos con vencimiento en 2026 – colocarán tres series de títulos, también a 2021 y 2046 – podrían salir al mercado con una tasa por debajo del 8%, cuando algunas semanas atrás apostaban por una cifra al menos levemente superior.

En los últimos dos días, el rendimiento del Discount cayó a cerca del 7,5%, medido con el interés impago. Esto puede ayudar a que la tasa de fondeo para la nueva emisión pueda estar levemente por debajo del 8% en el bono a 10 años, remarcó Daniel Chodos, el estratega de mercados emergentes de Credit Suisse.

«Argentina espera emitir u$s 15.000 millones y para que el mercado absorba esta oferta tan grande va a tener que ofrecer un incentivo por medio de una tasa atractiva. Una tasa cercana al 7,75%-8% va a ser un yield interesante para el bono a 10 años», agregó.

El contexto de los mercados emergentes es muy favorable y no hubo emisiones recientes, enfatizó Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, para quien una tasa de 7,9% a 10 años luce factible.»Vemos un interés enorme, realmente parece que van a llegar a u$s 15.000 millones con facilidad«, dijo.

«Parece que hay buen apetito. La emisión estará viniendo después de una buena semana, con mercados que se han estabilizado y eso puede ayudar a obtener rendimientos relativamente más bajos. El tema es que hay dudas acerca de cuán sostenible van a ser esos rendimientos en un futuro cercano. En el mediano y largo plazo el costo de financiamiento va a tender a disminuir», dijo Mauro Roca, economista de Goldman Sachs.

Sin embargo, teniendo en cuenta que el bono de Brasil a 10 años, que cerró en 5,5% y que la Argentina está por emitir cerca del 8%, para Chodos es de esperar una compresión de tasas después de la emisión. «No me sorprendería que ésta fuera 150 puntos básicos menos, como esperan desde el Gobierno», apuntó.

El equipo económico debería estar mirando un evento de riesgo potencial: el congreso brasileño deberá expedirse este domingo sobre el impeachment de Dilma Rousseff, advirtió un analista del exterior.

«El mercado descuenta el impeachment aunque no está totalmente priceado, por ahí el lunes el crédito de Brasil puede sufrir. No va a complicar demasiado, pero puede influir en el rendimiento que se pueda obtener», dijo.