El presidente del Banco Central (BCRA), Federico Sturzenegger, consideró hoy que usar un dólar barato para paliar la inflación es “un atajo” y advirtió que “los tipos de cambio rígidos han sido pan para hoy y hambre para mañana”.

El funcionario admitió que trabajar con “metas de inflación” y “flexibilidad cambiaria” aparejan “mayores dificultades en el corto plazo”, pero dan mayor “estabilidad en el largo plazo”.

En el marco del Bloomberg Summit 2016, el funcionario explicó que la actual política del BCRA supone “mayores dificultades en lo inmediato, pero mejores oportunidades en el futuro. Se elige esa opción, que es el camino más difícil, por la mayor estabilidad macroeconómica en el largo plazo”, justificó.

Precisó que a la entidad “sólo le queda el 37% de la exposición a futuros que heredó de (Alejandro) Vanoli” y destacó que eso representa una “merma en la exposición del BCRA”.
En cuanto a las tasas de Lebacs, reiteró que por el momento “se mantendrán hasta que tengas la certeza que la inflación esta en descenso”.

Recordó que desde su llegada al BCRA la entidad realizó 7 intervenciones en el mercado, aunque destacó que la mayoría se dieron tras la salida del cepo. Sin embargo aclaró: “El tema reservas no me preocupa. Las reservas pierden un poco de relevancia”.

Planteó además que “tener encajes de los bancos por u$s 8.000 millones parados es un desperdicio”, ya que es dinero “que no están aplicados a la inversión productiva”.

“No podemos permitir descalce de monedas. Cuando ese dinero empiece a moverse las reservas van a caer pero no las del BCRA”, agregó.