Un informe del CEPA advierte que durante 2017 la fuga de capitales se incrementó y egresaron del país u$s7.677 millones . Las inversiones directas todavía están en niveles de 2013

La exteriorización de capitales tuvo un incremento de 28% en el primer semestre del año en comparación con igual período de 2016.

Así, la cifra de los dólares que “volaron” del país entre enero y junio llegó a los u$s7.677 millones, según un informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

De acuerdo con CEPA, en relación con el primer semestre de 2015, los niveles de salida tuvieron un aumento del 152%.

El 85% de los compradores que transfieren divisas sin destino específico son compras mensuales superiores a u$s2 millones. En cuanto a las compras y ventas de billetes, si bien las compras brutas están más atomizadas, la mayor porción del mercado es manejada por grandes operadores.

En conjunto la formación de activos externos y la remisión de utilidades y dividendos, durante el primer semestre de 2017 suman u$s8.640 millones, un monto equivalente al total registrado por estos mismos conceptos para todo el año 2015.

Entre diciembre de 2015 y junio de 2017, durante la gestión de Cambiemos, el total fugado entre formación de activos externos y utilidades y dividendos alcanza los u$s23.778 millones, lo que representa la mitad del monto de las reservas internacionales del BCRA.

Si se compara la evolución de las reservas internacionales con la evolución de la FAE (Formación de Activos Externos) durante el primer semestre de 2017, se observa que en simultáneo con la aceleración que experimentó el ritmo de la fuga de capitales durante este período, las reservas internacionales cayeron alrededor de u$s4.800 millones entre los meses de febrero y mayo de 2017.

Por otra parte, a pesar de la desregulación y liberalización del mercado cambiario implementada a partir de diciembre de 2015, los ingresos vía inversión directa de no residentes, a contramano de esperado por el actual gobierno, fueron considerablemente inferiores a los niveles de salida de divisas por activos externos de residentes.

Durante el último año y medio, la tan esperada inversión directa de no residentes apenas alcanzó niveles similares a los del año 2013, y aún no logró recuperar los niveles del año 2012.