Con el fin de controlar la brecha cambiaria el Banco Central particionó en octubre el dólar contado con liquidación para atender solamente el segmento de la demanda de ahorro local.
El dólar libre supera los $200 en varios segmentos del mercado. El contado con liquidación que se opera mediante las acciones del Grupo Galicia, superó los $216; el que se opera con el GD30, los $217; y el que conserva la intervención del Banco Central para evitar que se dispare la brecha cambiaria ronda los $180.
Es precisamente esta intervención que todos los días hace el Banco Central al cierre de la rueda lo que hace que día a día se sigan perdiendo reservas. Por eso, la segmentación que implementó el Banco Central de la mano de la CNV el 5 de octubre: con eso consiguieron reducir el costo mensual de la intervención de 414 millones de dólares en septiembre a 371 millones de dólares en octubre.
Así, incluso en presencia de las nuevas restricciones, para noviembre en el mercado dan por hecho que sostener la brecha cambiaria a lo largo del mes tendrá un costo superior a los 350 millones de dólares, que fue el promedio mensual desde julio, de acuerdo a las estimaciones de GRA Consultora.
Esto sin contar el costo en materia de riesgo país, que este martes, ventas de bonos por parte del Banco Central mediante, volvió a subir y anotó un nuevo máximo en 1733 puntos básicos. El permanente deterioro en la valuación de los bonos también marca la brecha creciente en términos de alcanzar una sostenibilidad en materia financiera del tipo de cambio.
Tras la brecha cambiaria
En otras palabras, las compras de reservas por 220 millones que logró hacer el Banco Central en octubre en el mercado de cambios oficial se vio drenada por las operaciones necesarias para contener al dólar paralelo y envitar el crecimiento de la brecha cambiaria. Y en noviembre, el mes estacionalmente más complicado para las reservas internacionales, la ecuación indica que el sostenimiento del tipo de cambio y de la brecha se traducirá en pérdidas para el Central en ambos frentes, más aun por el recalentamiento preelectoral de la demanda.
Esto se ve en el dólar blue también, que este martes cerró a $198 en la city porteña y en la presión que se observa en los mercados los días viernes por no pasar el fin de semana con ahorros en pesos por temor a un salto en el tipo de cambio.
Es que el dólar oficial subió menos del 30% en el año, igual que los dólares bursátiles con intervención del Banco Central. Y esto no impidió que los precios subieran más del 50% en los últimos doce meses. Así las cosas, en el mercado asumen que más temprano que tarde el Gobierno va a corregir la cotización del dólar, ya sea por pedido del FMI o porque los efectos competitivos sobre las exportaciones se empiecen a hacer notar y obliguen a Guzmán a corregir por «shock» y no hacer el tipo de corrección de acelerar la devaluación diaria, que fue justamente el que implementó Kicillof en 2013 y terminó en la devaluación de enero de 2014.