Llueven dólares del sector financiero, el agro comenzará a liquidar la cosecha gruesa y el Banco Central incentiva inversiones en pesos. ¿Hay apreciación cambiaria para rato que mantenga el dólar planchado?

El dólar minorista cerró la semana en $ 15,40, según la cotización oficial del Banco Nación. Hace un año, la divisa costaba un 6 por ciento menos: $ 14,50. La inflación anual, en cambio orilla el 35 por ciento. En otras palabras, quien compró dólares hace un año perdió contra el costo de vida. Distintos analistas coinciden que quedan varios meses de dólar planchado por delante.

El Banco Central de Federico Sturzenegger tomó dos decisiones que afectan la cotización de la divisa. La primera: correrse del mercado cambiario. Salvo excepciones, no compra ni vende dólares para marcar pisos o techos de cotización. Deja que la oferta y la demanda definan cuánto debe valer un dólar. La segunda: focalizarse en combatir la inflación con tasas de interés altas. La política monetaria ortodoxa supone que al subir el costo del dinero, se incentiva el ahorro y hay menos pesos para gastar en la calle. Eso, según esta lectura, frena la demanda y le pone techo a la remarcación de los comercios.

La combinación de esas medidas provocó una avalancha de dólares financieros, que llegó al país en busca de rendimientos altos. Quien vendió dólares hace un año y se posicionó en Lebac, obtuvo una renta en dólares del 10 por ciento o superior, por la combinación de tipo de cambio planchado y tasas de interés altas. Es una ganancia difícil de conseguir en cualquier parte del mundo.

«Hay una entrada continua de dólares desde mayo del año pasado», relató Fausto Spotorno, director de la consultora Orlando Ferreres. Luego de la megaemisión de deuda para pagarle a los fondos buitre, el Estado nacional, las provincias y las empresas colocaron bonos en dólares, trajeron las divisas al país y las cambiaron por pesos.

El blanqueo de capitales también trajo dólares. Muchos de ellos salieron del colchón: en estas semanas, terminarán de incorporarán al mercado unos u$s 7200 millones que los argentinos exteriorizaron y que debieron permanecer congelados por seis meses desde septiembre, según la ley de sinceramiento fiscal. Esa masa de dinero comenzó, en parte, a financiar la compra de departamentos y automóviles. Son más dólares que se cambian a pesos; más oferta de divisas que deprimen el precio.

Por último, entre abril y agosto los productores agropecuarios venden la cosecha de soja. Se espera una liquidación de 30.000 millones de dólares. «Las tasas altas en pesos favorecen la liquidación de divisas de los exportadores. Tienen que financiar los costos de la próxima campaña, que son en pesos. Tomar préstamos es caro, lo que incentiva la venta de dólares», explicó Carolina Gialdi, analista Senior de Estrategia del Puente.

Distintos escenarios

Esa gran cantidad de divisas y el nulo interés del Central de comprarlas para ponerle un piso a la cotización llevaron al tipo de cambio a los niveles actuales, prácticamente similares a los de hace un año. Y auguran un escenario de estabilidad cambiaria para los próximos meses.

Según Spotorno, si no media ningún imprevisto a nivel global, la abundancia de dólares seguirá siendo el leit motiv, al menos, hasta septiembre. Luego, la menor oferta y la llegada de las elecciones de octubre pueden agregar algo de volatilidad. «¿Quién va a vender dólares en septiembre y octubre?», se preguntó. «Todos prevemos que, en algún momento, se va a acabar la entrada de dólares y el tipo de cambio se va a corregir», continuó.

«Esperamos cierta corrección del tipo de cambio después de agosto, una vez que esos flujos bajen un poco», coincidió Gialdi. «Sobre todo, por lo que puede ocurrir con el escenario electoral», continuó. Cualquier indicio de elección reñida, que altere el statu quo financiero, puede provocar una compra preventiva de divisas.

La consultora Ferreres cree que la divisa llegará así a fin de año con un valor de entre $ 17,80 y 18, con una devaluación del 15,6 por ciento que superaría a la inflación prevista para los próximos meses. Analytica, la consultora que dirige Rodrigo Álvarez, vislumbra un dólar a $ 17,50. El Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, una encuesta a distintas consultoras y bancos, maneja esos valores.

Sin embargo, los bancos del exterior redujeron esta semana sus expectativas sobre el dólar, luego de la suba de tasas de interés que dispuso el Banco Central el martes. El banco de inversión JP Morgan esperaba un tipo de cambio de $ 17,25 para diciembre, pero corrigió a un valor de 16,70 pesos.

Las inversiones

Los activos en pesos son los más rendidores. Además de las Lebac, ese «plazo fijo» del Banco Central que puede operarse por home banking, la analista de Puente recomendó bonos en pesos atados a la inflación, como los Discount, que rinden un 3,6 por ciento por encima del índice de precios.

Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global, sugirió combinar posiciones en pesos y en dólares. Las Letras del Tesoro (Letes) que emite el Gobierno de forma periódica permiten comprar divisas a 90 días de plazo a un precio más barato. En la última licitación, el martes último, pudieron adquirirse dólares a 15 pesos.