Mientras que el Gobierno asegura que sigue el cupo de u$s200 y los bancos ya prevén un colapso del sistema el próximo martes 1° de Septiembre
Convencido de una mejora en las expectativas del mercado luego del canje de la deuda, el BCRA dice que no se restringe la compra. Se prevé demanda récord
Amenos que haya un cambio de último minuto a primer nivel, la decisión oficial es que el próximo martes 1° de septiembre se renueve el cupo de u$s200 que cada persona tiene para comprar dólares a través del home banking a la cotización oficial más el impuesto PAIS, que en el último cierre daba algunos centavos por arriba de los $101.
La determinación, luego de cabildeos y discusiones internas, es que millones de argentinos tengan la posibilidad de dolarizar sus ahorros a un valor que se encuentra bien por debajo de la cotización del dólar «paralelo», que ayer jueves cerró en $128 para la compra y $138 para la venta.
La brecha entre una cotización -la oficial más el PAIS- y el «blue» le permitía a los ahorristas hacerse una diferencia máxima de unos $5.400 pesos, al comprar en el banco a $101 y venderlos (por los menos) a $128.
Esa diferencia de cotizaciones en el mercado cambiario, que entre el «blue» y el «mayorista» ya se encuentra en el 84%, está provocando una sangría permanente de las reservas del Banco Central.
Hasta el viernes de la semana pasada, el BCRA había vendido nada menos que u$s847 millones (netos), con el objetivo de equilibrar el mercado cambiario y evitar una devaluación. La estimación es que este mes cerrará con pérdidas netas superiores a los u$s1.000 millones.
En los bancos aguardan una verdadera avalancha de operaciones para el primer día del mes. Financistas consultados por iProfesional creen que ese día puede superarse el récord y esperan que por lo menos unas 800.000 personas intentarán comprar dólares durante esa jornada.
No lo van a decir en voz alta, pero en entidades financieras líderes ya advirtieron que pueden colapsar los sitios web. Fue lo que ocurrió los últimos dos meses, cuando miles de clientes intentaron comprar dólares a primera hora de la mañana.
Agosto cerrará con más de cuatro millones de argentinos comprando parte o todo el cupo de u$s200, un nivel algo superior al de julio, que ya había sido un mes con demanda récord de billetes verdes.
Fuentes oficiales descartan medidas más restrictivas en el corto plazo. Algo que fue analizado hace algunas semanas -tal como reveló el mismísimo Presidente- y que finalmente fue descartado tras la sugerencia del ministro Martín Guzmán.
Tras ese cimbronazo interno, el Banco Central y el resto del Gobierno se alineó detrás de la idea del titular de Economía de que, una vez cerrado el canje de la deuda, habría una mejora de las expectativas en el mercado financiero, que ayudaría a cerrar la brecha.
Es un tema que obsesiona a los expertos del mercado. «Con una brecha del 80%, la economía no puede operar», argumentó la economista Marina Dal Poggetto en la mañana de ayer durante un webinar organizado por Quinquela, los fondos de inversión del Grupo financiero ST.
Desde el Banco Central intentan transmitir tranquilidad sobre una normalización del mercado: los bancos prevén un récord de demanda la semana próxima
Optimismo, pese a todo
Además de cruzar los dedos para que se acorten las diferencias, el plan oficial va más allá y se vale de cosas concretas.
El primer capítulo de la estrategia quedó a la vista esta semana: el BCRA aprovechó la falta de liquidez en el mercado cambiario por la ausencia de bonos que participarán del canje de la deuda para vender títulos públicos y presionar a la baja a los denominados «dólares alternativos».
La cotización del «contado con liqui» y del dólar «Bolsa» cayeron alrededor de $8 la última semana -a $125 y $122 respectivamente-.
«Estamos viendo si el cierre del canje de deuda cambia expectativas. También nos da herramientas para intervenir en el mercado», dijo una alta fuente oficial a iProfesional.
En concreto, el mercado espera que a partir de la primera semana de septiembre, el Banco Central vuelque masivas intervenciones al mercado, de manera de asegurar el recorte de la brecha. Y que ese descenso presione, en algún momento, también a la cotización del «paralelo».
«Hay margen para achicar la brecha si el Gobierno da señales fiscales», aseguró Dal Poggetto en su exposición del jueves. «La intervención se justifica. Es necesario suturar la salida de divisas porque este ritmo de salida no se sostiene y, en algún momento, va a presionar sobre el tipo de cambio oficial», agregó.
El exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis le puso números a esa posible «bala de plata». Agis calcula que el BCRA tendrá alrededor de u$s8.000 millones en nuevos bonos (que se emitirán el 4 de septiembre) y que podrían ser usados a partir de la semana siguiente (que inicia el lunes 7) en el mercado para domesticar las cotizaciones paralelas.
«El BCRA tendrá más capacidad de fuego para intervenir en el contado con liqui que intervenir el mercado formal en el MULC», dijo Agis.
Los bancos, que ya sufrieron el colapso del sistema en el inicio de agosto, temen problemas por una demanda récord en el arranque de septiembre
Objetivo: no devaluar
La preocupación en el Banco Central y en las consultoras es la misma: la salida de divisas resulta insostenible. El BCRA no puede capturar las divisas que surgen del superávit comercial.
«Nosotros no vamos a devaluar. Que se lo saquen de la cabeza. No habrá un salto del tipo de cambio ni una aceleración de las mini devaluaciones diarias. No vamos a acelerar la inflación en un momento donde el país necesita recuperar la actividad perdida por la pandemia», aseveran desde el Central.
«No vamos a ser responsables de un mayor aumento de la pobreza», dicen.
Miguel Pesce, presidente del Banco Central expuso ayer jueves en el Consejo de las Américas y aseguró que el tipo de cambio real se encuentra en niveles adecuados para promocionar tanto las exportaciones como la producción local. Descartó la necesidad de acelerar correcciones del dólar comercial. «No se necesitan devaluaciones», aseguró.
Una vía explorada pero que -por ahora- fue descartada remite al swap de monedas con China. El BCRA acaba de confirmar ese canje, por lo que se aseguró el equivalente a u$s18.500 millones. Esto significa que cuatro de cada diez dólares que quedan en el Central se explican por este acuerdo con China.
Los funcionarios creen que «no vale la pena» pagar un mayor costo financiero por la conversión de yuanes a dólares, tal como está planteado en la operatoria acordada con China.
Pero, sobre todo, tampoco quieren dar la señal de que se ha llegado a un momento tan dramático que se apela a ese acuerdo con Beijing.
¿Logrará el Gobierno dar vuelta las expectativas y empezar a salir del laberinto cambiario? Otra vez, la Argentina atraviesa horas decisivas antes de saltar a la próxima fase. No habrá términos medios. Eso es lo único que a esta hora está claro.