La presunción de que, después de la decisión de la Corte de Estados Unidos a favor de los holdouts, el dólar será un bien cada vez más escaso en el país alienta a los argentinos a desarmar sus posiciones en pesos para volar hacia la divisa.
En los bancos reconocen que, afectados por el ruido cambiario y ante la fuerte baja de tasas de interés que se vio en estos días, los ahorristas empezaron esta semana a retirar plazos fijos con más decisión para ir en busca de opciones en dólares, tanto en el mercado legal como en el ilegal.
Las ventas de moneda extranjera que se hacen por la vía oficial (dólar ahorro) se dispararon sólo ayer más de un 60%, a pesar de que en esta época del mes las cifras suelen mostrar una desaceleración estacional. El dólar blue se encareció en los últimos dos días 55 centavos, de los $ 11,65 a los $ 12,20.
Y en las mesas de dinero de los grandes bancos del sistema dicen haber percibido que los clientes (y entre ellos también fondos comunes de inversión) muestran en estos días algo más de reticencia a renovar los depósitos que vencen.
En las entidades no se preocupan demasiado por detener el movimiento. Los banqueros prefieren dejar escapar ahorros antes que aceptar un costo más caro para los pesos que reciben del mercado, en un momento en que se sienten con algo más de liquidez por la fuerte caída del crédito de los últimos meses. En parte, porque se resisten a que se vea reducido aún más el spread de tasas que recortó la última normativa del Banco Central, la semana pasada, al imponer un tope en créditos personales y prendarios. El freno en los depósitos, estiman, no los afectará tanto a ellos en este contexto como a quienes pretenden evitar que se dispare el dólar paralelo.
Las ventas de dólares que hacen por ventanilla saltaron ayer a los u$s 8 millones; y fueron así un 61% más altas que las que suelen verse en esta época del mes (u$s 5 millones). La «corrida», actualmente acotada por la regulación oficial, también se sintió en la cantidad de validaciones que hace el organismo: por un aumento de las solicitudes, en los últimos dos días se convalidaron u$s 18 millones; un 20% más que lo habitual a mitad de mes. Sólo dos indicios, entre muchos, de la mayor preferencia que hoy tienen los argentinos por el dólar ante el mal presagio que arrojó la decisión judicial en Estados Unidos (y más tarde la reacción oficial) sobre el futuro de la oferta de dólares y la política monetaria.
Ayer, el banco estadounidense JP Morgan reconoció a sus clientes, en un informe, haber errado en su optimismo sobre el caso argentino. «Nos hemos sorprendido por la decisión negativa de la Corte. El fallo implica un escenario más complejo en el futuro de lo que esperábamos cuando expresamos nuestra recomendación sobre la Argentina, antes de la sentencia (…) El discurso de la presidente Kirchner sugiere que está manteniendo opciones abiertas, pero el riesgo a corto plazo se ha incrementado», advirtió la entidad.
Con la obligación de reconocer una deuda que está valuada en los u$s 1.500 millones, y que activará demandas de otros bonistas por hasta u$s 15.000 millones, el Gobierno encontrará mayores obstáculos para colocar deuda en el exterior y se verá obligado a incrementar la emisión monetaria para cubrir su déficit fiscal. Un escenario con más pesos en el sistema y menos reservas en el Central, como el que se espera, alimenta la expectativas de devaluación. En un organismo oficial estimaron ayer que, de no mediar una colocación de deuda al exterior (y bajo el supuesto de que hará falta emitir $ 100.000 millones más para conformar al Tesoro), el «blue» alcanzaría a fin de año los $ 17.