En las últimas semanas creció la llegada de divisas en el circuito informal producto del blanqueo propuesto por el Gobierno

Costo llega al 6%. La tendencia podría incluso aumentar a medida que llegan las fechas de vencimiento del llamado. Pocas operaciones de compra.

A medida que se van acortando los tiempos para decidir si entrar o no al blanqueo, los inversores empiezan a actuar. Y uno de los movimientos que más se percibe en las últimas semanas es el ingreso de divisas a través de canales informales. El flujo es creciente e incluso podría aumentar a medida que se acercan las fechas claves de la operación. Y la consecuencia es un encarecimiento del costo por entrar dólares al país, que volvió a trepar a niveles del 6%. De esta forma, quienes tengan que ingresar dólares por el circuito informal deberán aceptar que les reconozcan un tipo de cambio cercano que hoy ya se ubica por debajo de los 14 pesos. Un ejemplo práctico: un inversor que desea entrar u$s100.000 a través de mecanismos informales deberá pagar un 6% por la operación, es decir que finalmente recibirá u$s93.000. Al venderlos por el circuito informal obtendrá 1,39 millones de pesos, que al dividirse por el monto inicial de la transacción termina arrojando un tipo de cambio de 13.93.

¿Quiénes son los que entran dólares por el mercado informal relacionados con el blanqueo? Hay tres casos típicos:

. Aquellos que quieren ingresar al sinceramiento fiscal, pero directamente a través del depósito de dólares en una «cuenta de permanencia» en un banco local. El propósito sería no exteriorizar una cuenta en el exterior. El problema es que esta opción se volvió demasiado cara, porque hay que pagar un 6% para entrar la plata y otro 10% por el blanqueo.

. Luego están los que optan por cerrar una cuenta para que no quede expuesta luego del blanqueo, que es algo bastante más habitual. Por lo tanto, la única manera de hacerlo es ingresar el dinero a la Argentina y luego guardarlo en una caja de seguridad. Hoy mantener el dinero «escondido» en efectivo parece lo más seguro, ante los intercambios automáticos de información que entran en vigencia a partir del año que viene.

. Además de estos factores están quienes habitualmente utilizan las «cuevas» para entrar y sacar dólares, más allá del blanqueo. En este caso, obviamente se trata de público o empresas que realizan actividades en el circuito informal y poseen activos no declarados.

Del otro lado, como ahora ya es totalmente legal y no hay trabas de montos para comprar divisas cayó la demanda de hacerlo por canales informales. Hasta el año pasado, el límite para comprar era de 2.000 dólares exclusivamente a través del mecanismo de dólar «ahorro» y si el Gobierno brindaba la autorización. En cambio, ahora hay más de 650.000 personas comprando divisas a través del circuito financiero legal y la mitad adquiere menos de 10.000 por mes. Claramente, era una demanda que se canalizaba por el mercado ilegal que hoy ya no existe. Ante este claro de desbalance de muchos inversores tratando de entrar divisas pero del otro lado muy pocos que quieren comprar, se produce el salto de los costos. Quienes se mueven en este circuito advierten que la operatoria se podría encarecer aún más con los pasos de los meses, incluso después del blanqueo. Esto se debe a que los controles que maneja Federico Sturzenegger resultan cada vez más estrictos, es decir cuesta cada vez más mover el dinero. Semejante situación también provoca que quienes deben tomar la decisión de blanquear lo piensen dos veces. El 10% es para muchos demasiado caro, pero entrar divisas por canales informales ya cuesta un 6% y podría acercarse a ese 10% del blanqueo dentro de no demasiado tiempo, con el peligro de que en caso ser descubierto tendría que pagar multas millonarias, además de ser juzgado por la aplicación de la ley penal tributaria.