La creciente avidez de particulares por concretar compras de dólar ahorro en lo que va de septiembre hizo que se supere el millón de transacciones. El BCRA no puede frenar la sangría de sus arcas y debió extender el swap con China para que la caída no se viera reflejada en las reservas
Faltando dos jornadas para que cierre el mes, la cantidad de ahorristas que compraron dólares por las ventanillas habilitadas por la AFIP acaba de marcar un nuevo récord, lo que pone en evidencia el creciente interés de los argentinos por buscar resguardo para su dinero, a menos de un mes para las elecciones presidenciales.
En el acumulado hasta este lunes se registraron casi 18.000 operaciones más que las realizadas en todo agosto pasado -cuando se tocó el último pico-.
Así, las más de un millón de transacciones efectivizadas confirman que el apetito dolarizador de los ahorristas desde julio es notorio, ya que desde entonces se incrementó la cantidad de compras de divisas en un 34 por ciento.
Mientras tanto, la presión que esta mayor demanda de billetes por parte de los particulares desnuda los problemas de «caja verde» que tiene el Gobierno. Sucede que, pese a que las solicitudes de dólares marcaron una cifra histórica, las ventas habilitadas son casi un 10% menores a las del mes pasado.
En concreto, hasta el lunes se habían vendido alrededor de u$s620 millones. Analistas consideran difícil que en los dos días que restan para el cierre del mes se superen los u$s680 millones que se compraron en agosto y julio.
De esta manera, el Banco Central vendió menos billetes por operación, pero más personas se volcaron a la compra de divisas.
Además, las cifras del pasado agosto muestran que, en días pico, la AFIP llegó a habilitar u$s823 promedio por ahorrista. En cambio, la mayor marca alcanzada en lo que va de septiembre no supera los u$s670.

En tanto, si se toma el acumulado hasta la fecha, el promedio actual es de u$s590 por transacción, un 13% por debajo del registro del mes pasado.

Menos dólares
Esta menor liberación de divisas marca a las claras que el Gobierno tiene una fuga de divisas muy notoria, y que todos los esfuerzos se vuelcan a mantener la situación actual hasta las próximas elecciones presidenciales del 25 de octubre, en medio de un contexto interno y externo que juega en contra de ese objetivo. A esto se suma un blue en niveles récord por encima de la barrera de los $16.
Este lunes, en el mercado de cambios, el Banco Central cerró con un saldo negativo de u$s80 millones, según operadores de ABC.
Así las cosas, acumula en septiembre una pérdida de u$s1.570 millones, cifra que supera los u$s2.700 millones si se toma como punto de partida fines de julio.

En la generación de este «rojo» influye el hecho de que el BCRA está sufriendo la «temporada baja» de «sojadólares», ya que la liquidación de divisas de agroexportadores cayó la semana pasada 20%, y arrastra desde julio último un descenso de casi 50%.
Esto ocurre en momentos de fuertes restricciones para conseguir divisas y ante la inminencia que el Gobierno deberá realizar pagos importantes de deuda por el vencimiento del Boden 2015 el próximo 3 de octubre por más de u$s6.500 millones.
Mientras tanto, el Banco Central agotó la totalidad del swap que había pactado el año pasado con su par de China, por el equivalente a unos u$s11.000 millones.
A raíz de ello, pidió y obtuvo en los últimos días de agosto un refuerzo equivalente a otros u$s2.000 millones, para evitar que el nivel contable de las reservas perfore los u$s33.000 millones.

Para la consultora Abeceb, la dinámica de caída de divisas «no se detiene», ya que «en el último trimestre del año se van a destinar u$s1.600 millones para dólar ahorro y u$s1.800 millones al turismo, mientras que el comercio exterior sólo proveerá u$s332 millones».
Esto implica que, entre octubre y diciembre, los particulares «barrerán» con divisas por el equivalente a diez saldos comerciales.
Por ello, los expertos de Abeceb advierten que «esta salida de dólares impacta directamente en las reservas».

Demanda en alza
La mayor búsqueda de los ahorristas de dolarizar sus ingresos se sustenta en dos factores: por un lado, la incertidumbre preelectoral ante y, por otro, las crecientes expectativas a que ocurra una devaluación tras las elecciones.

Además, no es menor que el «dólar ahorro» ($11,30) representa hoy día una verdadera «ganga» ya que se obtiene a un precio 30% menor al del blue.
Más aun en un contexto en el que los pronósticos de los economistas dan cuenta de que el tipo de cambio oficial debería situarse en torno a los $14 para que el país pueda recuperar la competitividad perdida desde la última gran depreciación (enero de 2014).
Es decir, un valor muy cercano al que se convalida en la Bolsa de Comercio por las operaciones de «contado con liquidación» para obtener divisas con la compra y venta de acciones y bonos.
Incluso, el economista Marco Lavagna sostuvo este lunes que «el dólar a $16 es caro», por lo que un punto de equilibrio «hoy sería en $12, pero que es un error mirar sólo el tipo de cambio para mejorar la competitividad».
Según los analistas, un precio de dólar razonable para la economía argentina debería estar acompañado por políticas fiscales y tributarias acordes, y también metas de inflación para que no se disparen los precios.
Al respecto, el economista Nicolás Dujovne resumió: «El Banco Central vende 100 millones de dólares por día pero no vemos caídas en las reservas porque los vamos reemplazando por papelitos de cartón. Ya que cuando el Central vende dólares retira pesos, pero después con el déficit fiscal tan grande que tenemos, los repone».

Y concluyó: «Por cada dólar que se va, no disminuye de manera equivalente la cantidad de pesos. Estamos armando una pelota de nieve bastante complicada que va a quedar para el próximo, y que explica por qué este Gobierno se está comportando con las reservas como si fueran infinitas».
Así las cosas, en medio de todas estas inconsistencias económicas, los ahorristas buscan en el dólar un refugio para sus cada vez más devaluados pesos. De ahí surge el por qué tiene cada día más demanda la moneda estadounidense.