Tensión cambiaria .Clausuras, allanamientos, llamados a las cuevas. Qué están haciendo Kicillof y Vanoli para evitar una nueva escapada del dólar.

Desde que la cotización del blue llegó a rozar los 16 pesos la semana pasada, el Gobierno desplegó una serie de iniciativas para enfriar ese mercado y sacarlo de la tapa de los diarios.

Arrancó la Presidenta Cristina Kirchner el martes de la semana pasado poniendo en la picota a determinados bancos y banqueros; siguió con la salida de Juan Carlos Fábrega del Banco Central y continuó con distintas medidas, la mayoría de ellas aplicadas por vía oral, es decir, no oficiales.

Lo concreto es que en los últimos días el Gobierno, a través del Central, la CNV, la AFIP o Economía, empezó a aplicar un menú de 10 pasos para la improbable tarea de controlar las diversas formas de hacerse de divisas al margen del mercado oficial.

Las diez medidas (entre aprietes, reuniones y nombramientos) aplicadas hasta ahora son:

1. Suspensiones y clausuras: Cristina Kirchner describió cómo funcionaban y quiénes operaban más volumen en el mercado conocido como «contado con liqui o dólar Bolsa«. Señaló al Banco Mariva y a la financiera Balanz Capital. A las 48 horas, se conoció la suspensión de Mariva Bursátil.

2. Allanamientos. Además de la suspensión, la AFIP visitó las principales sociedades de Bolsa del mercado y secuestró documentación referida a quiénes operaban en el mercado contado con liqui.

3. Tasas más altas para ahorristas: para frenar la demanda sobre el dólar, el Banco Central decidió otra forma de presión sobre los bancos. Los obligó a fijar un piso mínimo de tasa de interés para retribuir los depósitos a plazo fijo.

4. Intervención del mercado: se habló de que Vanoli en persona tomó contacto con las principales mesas de dinero del mercado (del mercado paralelo) para pedirles moderación en la operatoria del dólar blue. Fraccionar y demorar transacciones fue el punto de consenso, al menos por una semana. El lunes se verá.

5. Prohibición: las autoridades obligaron a reducir a su mínima expresión las operaciones del «contado con liqui», es decir, casi no se puede realizar la compra de bonos en el mercado local para transferirlos al exterior y venderlos contra dólares, que quedan depositados fuera del país.

6. Amenaza impositiva: Ahora se habla de que la venta de bonos y acciones realizada fuera del país justamente a través del «contado con liqui» podría estar alcanzada por el impuesto a las Ganancias, lo que les quitaría atractivo. Confirmado

7. Reclamo a cerealeras. Es un recurso conocido. Se les pide que adelanten dólares de operaciones que aún no han realizado. El esfuerzo por ahora no rindió frutos. Las empresas les dijeron que no podían conseguir dólares (líneas de prefinanciación de exportaciones) porque el país -aunque el Gobierno no lo quiera admitir- está en default.

8. Ventas obligadas: ayer también el Gobierno les sugirió amablemente a inversores institucionales (aseguradas, fondos comunes de inversión) que se desprendieran de sus bonos en dólares para hacer caer el precio implícito del dólar contado con liqui o dólar bolsa.

9. Telefonía 4-G: Los dólares de las bandas de telefonía celular 4-G lucen atractivos. El Gobierno espera al menos el ingreso de 2.000 millones por la licitación de las frecuencias para ofrecer telefonía 4-G. Hubo un amague de los interesados de pagar en pesos, pero el reclamo fue rápidamente desechado.

10. Directorio del BCRA : A manera de señal hacia el mercado, el directorio del Banco Central fue reformateado para aplicar una vigilancia más estricta del mercado financiero en su conjunto. Germán Feldman (voz y ojos de Kicillof en el BCRA) tomó las riendas de la Superintendencia de entidades financieras, y Pedro Biscay, abogado de la Procelac, asumió como director y número 2 de Feldan en «la super».

Hasta ahora los resultados pueden llevar a conclusiones engañosas: el dólar no oficial bajó en todas sus versiones. Ya sea Bolsa, contado con liqui o blue, las cotizaciones cedieron casi 10% en la última semana. Pero el propio Gobierno sabe, y desde ya los operadores, que las medidas represivas no pueden durar para siempre.