Qué dicen los índices Big Mac , Latte y ITCRM sobre el valor del dólar en el país ?

Según McDonald’s el valor del dólar en la Argentina está carísimo, y el fundamento es que el Big Mac, su hamburguesa emblemática, se vende aquí a un precio que convertido a dólares resulta mucho más barato que en Estados Unidos.

Pero según Starbucks el dólar a $25 es un tipo de cambio adecuado porque el café Latte, uno de sus productos más consumidos, se vende aquí a un precio en dólares casi igual al de Estados Unidos.

McDonald’s y Starbucks tienen varias cosas en común. Entre ellas, que están presentes en muchísimos países incluida la Argentina, y que son cadenas que elaboran sus productos de manera estandarizada, con procedimientos y materias primas muy similares.

Con excepción del franco suizo y de las coronas de Noruega y Suecia, según el Índice Big Mac todas las otras monedas están subvaluadas frente al dólar

Considerando esas características, hace algo más de 30 años la revista The Economist creó el denominado Índice Big Mac como una guía para determinar si las monedas de los países estaban sobrevaluadas, subvaluadas o tenían un valor justo. Es decir un parámetro para establecer si el dólar está barato, caro o en un nivel razonable. La idea de la publicación inglesa se sustenta en lo que se conoce como la teoría de la paridad del poder adquisitivo, según la cual el tipo de cambio debe ser tal que iguale los precios de una canasta de bienes entre dos países.

The Economist simplificó el método reduciendo la canasta a un solo bien, la famosa hamburguesa, tomando como referencia su precio en los Estados Unidos. Si el precio en dólares del Big Mac en un país es menor que en Estados Unidos eso indicaría que el tipo de cambio es alto o, lo que es lo mismo, que la moneda local está subvaluada. En síntesis, que el país está barato en dólares. Al revés, si el precio en dólares es mayor que en Estados Unidos, habría un tipo de cambio atrasado, equivalente a una moneda sobrevaluada que provoca una economía cara en dólares.

Con la misma lógica que lo que viene haciendo The Economist desde 1986 con el Big Mac de McDonald’s, The Wall Street Journal comenzó hace poco a hacer exactamente lo mismo con el café Latte de Starbucks. Con algo menos de sucursales que la cadena de hamburguesas (27.000 vs 37.000), la creada en Seattle en 1971 cuenta con locales en más de setenta países y un modelo de negocios que se replica en todos lados.

El ITCRM, que diariamente calcula y publica el Central, se ubica ahora en los niveles que tenía a fines de 2015 luego de la devaluación que provocó el levantamiento del cepo cambiario

Sin embargo, los resultados para la Argentina son muy distintos. En el caso del Big Mac, se está vendiendo a $74, que con un dólar a 25 arroja un precio en dólares de 2,96, muy inferior a los 5,28 de Estados Unidos. Para equiparar los precios, el dólar debería cotizar a $14. Es decir que según esta comparación el tipo de cambio está muy alto, o sea que el dólar es caro y el peso está subvaluado.

Con excepción del franco suizo y de las coronas de Noruega y Suecia, según el Índice Big Mac todas las otras monedas están subvaluadas frente al dólar.

Pero el Índice Latte pinta otro cuadro. En la Argentina el Latte grande cuesta $84, que a un tipo de cambio de 25 equivale a 3,36 dólares, casi lo mismo que en Nueva York. Para igualar precio, el dólar debería cotizar $24,34. Es decir que el peso no estaría ni sobre ni subvaluado, sino en un nivel adecuado.

Confusión con los índices

Hasta aquí, lo que más claro queda es que este tipo de índices son muy sencillos pero pueden llevar a confusión.

Sin el sabor ni la vistosidad de un Big Mac o un Latte, hay otro índice muy utilizado por los economistas para evaluar si el dólar está caro, está barato, o en un punto de equilibrio. Es el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina respecto al de sus principales socios comerciales.

El ITCRM sube cuando los precios en dólares locales bajan y el país se abarata en relación al resto, y eso puede suceder porque el peso se devalúa o porque, por ejemplo, un país como Brasil se encarece en dólares porque el Real se revalúa.

Si no fuera por la masiva venta de reservas por parte del Banco Central y la intervención de la banca pública, la demanda hubiera llevado el valor del dólar mucho más arriba

Tras la fortísima devaluación del peso de las últimas semanas, mayor que la del real brasileño y la de cualquier otra moneda de países con los que la Argentina comercia, el ITCRM que diariamente calcula y publica el Banco Central se ubica ahora en los niveles que tenía a fines de 2015 luego de la devaluación que provocó el levantamiento del cepo cambiario.

En esta nueva etapa de mercado único y libre de cambios, el ITCRM comenzó el 17 de diciembre de 2015 con un valor 100. Con el correr del tiempo se fue retrasando y tomó valores mínimos de 82 y 84 en mayo y diciembre del año pasado. Eran números que indicaban un fuerte atraso cambiario (dólar barato), aunque no tanto como a finales del gobierno anterior, cuando el ITCRM tocó un piso de 73, no muy lejos del punto al que había llegado cuando estalló la Convertibilidad.

Lanzada la corrida y la devaluación, el 11 de mayo de este año el índice volvió a sobrepasar 100 y ayer se ubicó en 104.

En resumen, el dólar actual de 25 llevó al ITCRM un poquito por encima del nivel que tenía a fines del 2015 luego de la devaluación inicial que provocó el levantamiento del cepo.

No hay duda acerca de que el Índice Big Mac da una señal muy distorsionada, mientras que el Índice Latte y el ITCRM muestran que la actual cotización del dólar está en sintonía con lo que fue el promedio de los últimos años.

Pero nada permite asegurar que la cotización actual sea estable. Está visto que si no fuera por la masiva venta de reservas por parte del Banco Central y la intervención de la banca pública, la demanda hubiera llevado el valor del dólar mucho más arriba.

Y si bien es muy probable que la devaluación estimule exportaciones, desincentive importaciones y le quite atractivo a viajar al exterior, el desequilibrio del sector externo de la economía argentina es tan grande que no se arregla ni con un dólar a $25 ni tampoco con un dólar aún más alto pero social y políticamente intolerable.