El BCRA se desprendió ayer de US$ 180 millones y en el mercado cuentan las reservas y proyectan el precio del dólar en verano

Las expectativas de devaluación en la calle no ceden y ayer, algunos pagaban hasta $210 por pasar sus pesos a dólar billete. En el mercado de futuros tampoco ceden. “Todas las tasas implícitas de los contratos de dólar futuro con vencimiento a partir de febrero superan el 60% TNA. El empinamiento de la curva en el último mes es notorio”, señaló un informe de Ecolatina.

Esto no es inocuo dado que encarece el costo de cobertura para aquellas empresas con insumos dolarizados (directa o indirectamente), adicional que termina goteando en las listas de precios e impactando en la inflación.

A su vez, tanto el volumen como el interés abierto de estos contratos aumentaron considerablemente en los últimos dos meses (+33% y +40% respecto al bimestre previo respectivamente), lo cual deja entrever un aumento de la posición vendida del BCRA en el mercado de futuros.

“No solo deben evaluarse las TNA implícitas de las coberturas, sino también los valores absolutos proyectados al cierre de cada mes, así como la variación porcentual directa que representan esos precios absolutos. Como ejemplo, el futuro a diciembre tiene una TNA implícita en torno al 50%, sin embargo, la variación absoluta es del orden de $7 (7%) en cincuenta días, lo cual puede ser un costo más que razonable en atención a los potenciales movimientos del dólar oficial en el mismo período. Ese razonamiento puede extenderse al resto de los vencimientos de coberturas. En el caso de noviembre, tenemos una tasa anualizada implícita del orden del 30%, sin embargo, una variación absoluta respecto del precio spot de aproximadamente $2, valor razonable para capear las dos semanas posteriores al resultado electoral”, señala Ecolatina.

Precio del dólar en Verano en la mira

¿Cuál sería la estrategia óptima dado el actual costo de cobertura cambiaria de los contratos posteriores a diciembre? “Vemos oportunidades exclusivamente para quienes, sea por company policy o por estrategia de pricing, deban tomar cobertura únicamente en el posicionamiento a noviembre y diciembre, con su posterior rolleo al vencimiento”, dicen en Ecolatina. Si bien la probabilidad de un evento cambiario disruptivo en noviembre es acotado, las tensiones cambiarias están a la orden del día y el costo de cobertura (TNA) a uno y dos meses se encuentra por debajo de la inflación esperada.

A su vez, el atractivo del rolleo mes a mes se debe también al fuerte encarecimiento relativo del posicionamiento cubierto en el primer trimestre del 2022. Por caso, las tasas de los contratos a enero y marzo aumentaron, en promedio, 15,7 puntos desde la previa de las comicios de agosto. Sigue siendo atractivo el posicionamiento en los dos contratos más cortos y el posterior rolleo de la cobertura para aprovechar el descenso de las tasas implícitas por acortamiento de plazos. Los vencimientos de noviembre y diciembre actualmente concentran más del 60% del interés abierto. “Actualmente los volúmenes negociados son elevados, y el cierre de este mes liberará más de U$S 2.000 millones en contratos, que rollearán a los vencimientos posteriores”, proyectó Ecolatina.

Delphos: los números

Con reservas netas al límite y un hipotético acuerdo con el FMI recién para el primer cuatrimestre de 2022, Delphos dice que una aceleración en el ritmo de devaluación cercana a fin de año parece inevitable. “Sin embargo, la pregunta que se hace el mercado es de qué magnitud”, dice y hace unos ejercicios en base a futuros y bonos.

¿Qué descuenta Rofex y el mercado de bonos? Según los futuros, dice Delphos, para diciembre se descuenta que la suba nominal sería de 5,2%, para enero aumentaría al 6,2% llevando el dólar oficial a $113,2 para luego ir reduciendo el ritmo en febrero (4,4%) y marzo (5,3%) dejando al mayorista para esa fecha en $130,4.

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En bonos, dice Delphos, la devaluación real (medida entre Lecer y TV22) es de 7,2%, “lo cual indicaría una suba del tipo de cambio nominal ampliamente superior a los niveles inflacionarios”.

“El spread entre los rendimientos de los bonos CER y los dollar-linked se ubica en máximos desde octubre de 2020 dando cuenta de la gran expectativa de devaluación que tiene el mercado para 2022. En base a nuestros cálculos, los precios de los bonos indican una depreciación para 2022 en torno al 68,5% y una inflación de 51% aproximadamente, por lo que el tipo de cambio crecería unos 12 puntos por encima de los precios (hecho que se dio únicamente en 2015 y 2018 considerando la historia desde 2003)”, señaló un informe del área de Research del Supervielle.

A partir de la semana que viene, proyecta, el Gobierno va a optar por una aceleración en la tasa del “crawling-peg” (desde un poco más del 1% mensual actual hasta cerca del 4%) y “es probable que, mientras dure el catch up hasta el nivel deseado de tipo de cambio real, los incentivos a liquidar sólo lo necesario por parte de los exportadores y a pedirle lo máximo posible por parte de los importadores continúen”. Sobre todo si no se logra desactivar la expectativa de que será necesario un salto discreto, similar al de 2014. Un escenario que nadie descarta, por ahora.

El CCL, en tanto, podría subir un poco más hacia fin de año, “si se da la caída en las reservas que estamos proyectando (pagos a organismos y déficit comercial liquidado)”. Si bien un CCL en la zona de $210 luce muy alto desde un punto de vista histórico, “desde el punto de vista monetario, podría permanecer en un nivel alto si las reservas retroceden”.
Para 2022, la evolución del CCL iría por debajo de la inflación y el tipo de cambio oficial. Si eso ocurre la brecha cedería hasta la zona de 90% desde el 105-110% actual.

El dato que aportó ayer Gabriel Rubinstein no tranquilizó a los mercados, ni a los ahorristas. “Sin reservas netas líquidas disponibles, el BCRA ya estaría usando los encajes de los depósitos. Una parte los destina a la compra de bonos entregando dólares de los depositantes para controlar la suba del CCL/MEP, en operaciones muy opacas de las que no se brinda información”, dijo en Twitter y adjuntó un cuadro explicativo de la situación de las reservas “netas disponibles líquidas”, que serían negativas en US$ 760 millones.

“El panorama para las próximas semanas y meses no luce nada bien. Nuestra estimación es que sin noticias ‘especiales’ (acuerdo con el FMI, por ejemplo), para el 31 de diciembre, las reservas netas (ahora en US$ 5.500 millones) serían de apenas US$ 800 millones y las reservas netas disponibles líquidas (ahora negativas), serían negativas en US$ 3.700 millones”, agregó.

LOS DATOS

180 M

El BCRA volvió a desprenderse de los buenos ayer. En concreto, entregó US$ 180 millones en el MULC para satisfacer la demanda en el mercado spot oficial ante un volumen muy elevado (US$ 770 millones). Así, el BCRA estiró la sangría en lo que va del mes a US$ 322 millones, dijeron desde PPI. Para hoy, dijeron, “esperamos un volumen más bajo dado el feriado en EE.UU.”

50.000

La emisión monetaria de octubre fue de $ 352.712 millones, entre Adelantos Transitorios y utilidades. Según estimaciones de Nery Persichini, eso equivale a $11.378 millones por día o $ 7,9 millones por minuto. LCG proyecta que el Tesoro demandaría asistencia del BCRA por $600.000 millones en los últimos dos meses de 2021. Ayer se confirmó el primer giro del último bimestre: $50.000 millones el pasado viernes 5.