Son horas de definiciones, no solo en las urnas, sino también en el mundo inversor. Es que más allá de que exista un consenso en el mercado sobre el resultado de las elecciones legislativas de este domingo -y que esa proyección ya esté descontada en los precios de acciones y bonos – siempre surgen algunos interrogantes sobre el timing para comprar, vender o mantenerse posicionado en tal o cual activo, y en qué proporción. Para esto será clave la diferencia de puntos que surja entre las principales fuerzas, y cuál es la lectura que se haga de ese hecho fáctico.

Igualmente antes de los comicios, el sorpresivo salto inflacionario de septiembre conocido la semana pasada, y la aparición de un cuerpo en Chubut en el marco del caso Santiago Maldonado, ya generaron «ruido» que podría acelerar o dilatar alguna toma de decisión.

El resultado auspicioso para el oficialismo en las PASO de agosto pasado reactivó y estimuló el aptito inversor -local y extranjero- de los activos argentinos, que aceleraron su marcha alcista, alcanzando récords no solo en las cotizaciones, sino también en el volumen operado. A la par, el riesgo país se desinfló en más de 100 puntos básicos (pasó de 453 a 342) y tocó su menor nivel en una década, mientras que los principales bonos en dólares treparon en apenas dos meses hasta más de 10%. Todo esto a contramano de la evolución del dólar, que se alejó de su máximo histórico ($ 18,01) ante una relajación de la demanda.

Ahora bien, ya en la recta final hacia los comicios parlamentarios, el dólar sigue planchado (solo el blue se animó a cruzar nuevamente los $ 18), y los bonos en dólares continúan con su rally ascendente (suman hasta casi 4% en octubre). Sólo el mercado accionario comenzó a tomar ganancias. Por eso, inmediatamente surgen algunas preguntas: ¿qué pasará con el dólar, acciones y bonos tras el 22-O? ¿Se profundizará la toma de ganancias en renta variable? ¿Los títulos públicos ajustarán? Y el tipo de cambio, ¿se despertará finalmente?

Leonardo Chialva, director de Delphos Investment, explica a ámbito.com que «lo que viene después de las elecciones no es lineal y tan simple como la mayoría cree. Muchos te dicen gana Cambiemos, suben los bonos, mejora el tipo de cambio, y suben las acciones. Creo que hay mucho descontado, y lo que hay que empezar a pensar es cuál es el escenario económico que vamos a vivir después de las elecciones ante un Gobierno que tiene la necesidad de acelerar el ajuste».

• Acciones

El índice Merval de la bolsa porteña acumula una disparada del 54% en pesos y del 41% en dólares en lo que va del año. Estos números ubican a la plaza local como la segunda que más ha subido en el año detrás de la bolsa de Mongolia, y es seguida por Turquía, Nigeria y Hong Kong. «Los precios de las acciones ya reflejan una mejora respecto de lo que sucedió en las PASO. Si esa mejora resulta tibia este domingo, la Bolsa muy probablemente caerá. Si la mejora resulta contundente, los precios de los activos probablemente tengan espacio para seguir subiendo», proyecta el economista Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera.

Igualmente en cualquiera de los casos, -advierte Boggiano- luego de un recorrido alcista tan marcado de todos los activos financieros argentinos, «siempre puede sobrevenir una corrección». En ese sentido, recuerda que el viejo adagio de «comprar con el rumor; vender con la noticia» siempre puede materializarse. «De suceder esto, quizá sea tiempo de tomar ganancias», remarca.

En la misma línea, Juan Miguel Salerno, gerente de Inversiones de la administradora de fondos Compass Argentina, afirma que «el mercado se encuentra descontando una victoria importante de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires. Este sentimiento, de revalidarse u obtener una ventaja mayor, alimentaría el rally observado en el mercado de acciones en lo que va del año». Como contraposición, dice Salerno, «de tener un resultado ‘parejo’ en territorio bonaerense el mercado ajustaría en renta variable, aunque probablemente esto también se convierta a futuro en una oportunidad de compra».

• Bonos

En los primeros 10 meses del año la coyuntura internacional de tasas bajas, el atractivo por los mercados emergentes, y sobre todo la expectativa, primero, y la confirmación después, de una buena performance de Cambiemos en las PASO, configuraron un escenario sumamente positivo para la deuda soberana argentina, principalmente la nominada en dólares del tramo más largo de la curva de rendimientos, que alcanzó ganancias de hasta el 24% (PARY). Pero una eventual suba de la tasa estadounidense a 10 años en diciembre, junto a amenazantes conflictos geopolíticos o alguna inesperada problemática en el ámbito local, podrían propiciar una corrección de esos títulos.

«Lo primero que hay para decir es que la aparición de un cuerpo en Chubut que podría ser de Maldonado no ha afectado el precio de los bonos argentinos, lo cual indica que desde el punto de vista probabilístico, el mercado considera que no ha cambiado en nada el escenario de las elecciones», indica el CEO de Carta Financiera.

Por su parte, Chiava dice que tras las elecciones estará «tranquilo» con posiciones de bonos en dólares. «En este segmento no hay tanta especulación como en acciones por estos días. El de la renta fija es dinero en serio, que cuando invierte lo hace por largo plazo», resume.

El analista Christian Buteler, sin embargo, apuesta un pleno por los bonos en pesos que ajustan por CER ya que «la inflación nos va a seguir dando un dolor de cabeza en los que queda de 2017». El resto de los bonos están bastante caros todavía como para entrar, al igual que las acciones, subraya.

• Dólar post-elecciones

Según el último Relevamiento de Estimaciones del Mercado (REM), el tipo de cambio nominal cerrará el año en los $ 18,10 (después de haberlo estimado en $ 18,20 en el REM de agosto, y en $ 18,20 en el de julio), mientras que para fines de enero tocara los $ 18,50, y para marzo llegará a $ 18,70. En la plaza de futuros del Rofex, el dólar para fin de mes se opera en estos días a $ 17,50, para noviembre, $ 17,84, para diciembre a $ 18,17, y para febrero, a $ 18,785.

«El tipo de cambio está calmo, no lo veo con mucho movimiento, pero la tendencia va a ser en alza acompañando la inflación en lo que resta del año. Podemos esperar un poco más de suba, pero nada preocupante. Estamos muy atrás de lo previsto para ese año así que no sería nada descabellado ver subir el tipo de cambio», sostiene Buteler.

El director de Delphos Investment, por su parte, cree que «después de estar mucho tiempo pesificado, lo que se viene es una época del año donde a la Argentina le faltan dólares. En ese marco, uno empieza a moverse en la dirección de una mayor dolarización de los portafolios por lo menos hasta febrero o marzo de 2018, que es cuando empiezan a entrar los dólares del campo». Chialva considera además que «políticamente el Gobierno necesita un tipo de cambio más alto para que el Banco Central no pierda tanto dinero, equilibre un poco la bola que tiene de activos y pasivos, se licúe un el gasto público».

En consecuencia, y a contramano del consenso, afirma que «circunstancialmente estaría hoy dolarizando más los portafolios, para volver, si el mundo anda bien, a una estrategia de ‘carry trade’ allá por febrero de 2018».