El Gobierno de España ha advertido este martes de que la crisis catalana está empezando efectos en la economía general.

En este sentido, la secretaria de Estado de Economía, Irene Garrido, ha reconocido que la “incertidumbre” en Cataluña “está empezando a tener efectos en la economía general”, una ralentización que comprobará en los próximos días.

En declaraciones a los medios tras intervenir en unas jornadas organizadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Garrido ha puntualizado que aunque la situación afecta a la economía del conjunto del país, el impacto se concentra “fundamentalmente en la economía y la sociedad catalana”.

La secretaria de Estado ha descartado que esta incertidumbre se prolongue en el tiempo y que vaya a producirse una independencia, aunque la situación ya ha derivado en salidas de empresas, “paralización de inversión” y ralentización.

Por otra parte, durante su intervención, Garrido ha puesto en valor la Ley de Defensa de la Competencia, que ahora cumple diez años y que supuso un “hito de enorme relevancia” al introducir las mejores prácticas, como el programa de clemencia o la graduación de las sanciones.

Salvar la economía de Cataluña, principal reto de España | HISPANTV
La celebración del referéndum independentista y luego la aplicación del artículo 155 por parte de Madrid ha empeorado la situación económica de la región de Cataluña.

Sin embargo, han surgido “nuevos retos”, derivados de la evolución digital y el nuevo contexto económico, por lo que el Gobierno trabaja en un anteproyecto de ley para la racionalización de los organismos supervisores y la mejora de la competencia.

Esta normativa, que prevé dividir la CNMC en dos organismos -uno dedicado a la defensa de la competencia y otro para la supervisión de los mercados-, pondrá en marcha “herramientas poderosas para el buen funcionamiento de los mercados”, que después repercutirán en la economía.

Ciertos sectores están experimentando “una profunda transformación”, con entrada de nuevos actores y modificación de la estructura, unos cambios a los que la regulación tiene que dar respuesta porque “sin competencia los mercados se fosilizan”.

“La magnitud de los retos” exige “contar con una estructura de supervisión de los mercados y de defensa de la competencia eficaz, independiente, transparente y suficientemente dotadas”, ha insistido.

El proyecto normativo está actualmente en el proceso de redacción de textos y consulta pública, ya que se trata de “una ley muy compleja” que “abarca muchísimos campos”.