Asi lo expresa Norberto Taranto , titular de Taranto SA , fabrica de autopartes.

Norberto Taranto fundó una fábrica de juntas para motores en los 80 en Avellaneda. Hoy el grupo Taranto tiene ocho plantas de autopartes con 800 empleados, y exporta el 50% de su producción. También es uno de los principales productores de pasas de uva del país. A los 53 empezó Administración de Empresas, y a los 61 hizo un MBA. En 2018 dejará la empresa en manos de sus dos hijos y se pondrá a estudiar Inglés

Inquieto y fanático del trabajo, Norberto Taranto atendió a El Cronista un viernes al atardecer. A la hora en que las oficinas comienzan a quedar vacías y las calles y avenidas colapsan de gente que huye hacia el fin de semana, el fundador de Taranto S.A. aún tenía agendada una reunión con ejecutivos de Córdoba, donde funciona una de sus ocho plantas de autopartes. El resto están en San Juan y provincia de Buenos Aires. Son 750 empleados en Argentina, más 50 en la distribuidora de Brasil y 25 en México. Sin contar la planta de procesamiento de pasas de uva en San Juan, una de las más modernas del país.

«Trajimos un sistema nuevo para secar las pasas desde California», comentó con orgullo. La incorporación de tecnología y la búsqueda de calidad siempre estuvieron en su ADN empresario. Por algo su empresa ganó tres veces el Premio Nacional a la Calidad, que entrega anualmente el poder Ejecutivo. Pero no conforme con estos galardones, Taranto siempre fue por más. Como cuando, con su empresa ya posicionada y dos hijos grandes, se puso a estudiar Administración de Empresas a los 53, y a los 61 hizo un MBA. «El año que viene me retiro, le dejo la empresa a mis hijos (Diego y Cinthya), y me pongo a estudiar Inglés en serio, porque ahora balbuceo, pero quiero hablar bien», adelantó. Estados Unidos es uno de los principales mercados de sus autopartes, junto con Alemania, a pesar de una coyuntura económica que no parece favorable a la exportación.

– En un contexto en el que repuntaron las ventas de autos pero las terminales suspenden trabajadores, ¿cómo está el mercado autopartista?
– Lamentablemente los vehículos que más se venden son importados, generalmente vienen de Brasil y de ahí el déficit de balanza comercial de autos y de autopartes. El flex no se está cumpliendo (N.de la R: un acuerdo por el cual Argentina puede exportar 1.5 unidades por cada unidad importada desde Brasil, o viceversa). El año pasado Brasil nos exportó 1.7 x 1 y ahí hubo un desfasaje, aunque hay terminales que tienen déficit y otras superávit. Como autopartistas nos iría bien si el Gobierno exige a las terminales que en los próximos cuatro años compensen sus importaciones comprando más partes locales. Algunas ya empezaron a comprarnos para sus distintas fábricas del Mercosur

– ¿Esto tiene que ver con la Ley de Autopartes que se sancionó el año pasado?
– La ley de autopartes la veníamos impulsando desde hace 4 años, tanto desde las empresas como desde el sindicato Smata. Esta ley es muy positiva porque le exige al sector automotriz una mayor integración de partes locales y otorga incentivos (un bono fiscal) progresivos. Sin embargo, sus efectos no son inmediatos. Yo creo que el año que viene se van a ver…

– ¿Coincide con el ministro Dujovne, en que un dólar a $ 16 es competitivo?
– Un dólar a $ 16 estará bien para el Gobierno, pero no para las empresas. Hay un atraso cambiario que no es de ahora, sino que lleva cuatro o cinco años. Para ser competitivo, el dólar tendría que estar a 19 pesos hoy. A fin de año no sabemos porque todavía no se cerró la paritaria. Para las autopartistas, la masa salarial representa una parte importante de los costos. Para nosotros era el 27% y ahora es el 38%, mientras que para una terminal, el componente salarial es a lo mejor 5%.

– ¿A qué nivel de capacidad instalada está trabajando hoy?
– En varias de nuestras plantas estamos trabajando a un 30% de la capacidad instalada. Pero no suspendimos ni echamos a nadie, porque tenemos la gente justa. Lo que hacemos es trabajar a un turno cuando antes lo hacíamos en tres. Pero otras terminales sí están suspendiendo y hubo despidos en el sector. Hay muchas plantas que están haciendo tareas de pintura y limpieza, esperando que la actividad repunte.

– ¿Y cómo cree que va a estar la economía de aquí a fin de año?
– Vamos a estar mejor que el año pasado. La recesión ya tocó el punto mínimo. Creo que va a haber una recuperación hacia fin de este año y vamos a quedar como estábamos en 2015, porque el 2016 fue muy malo. Pero el 2018 va a ser mejor. Nosotros, y la industria en general, tuvimos un buen período desde 2004 al 2010. Pero en los últimos tres años, la rentabilidad fue muy mala. Nos afectó mucho la crisis en Brasil, que representa buena parte de nuestras exportaciones.