El  valor del dólar planchado , la baja de impuestos que dispuso Macri y la inflación, en dólares, de los 0km que se fijan en pesos alientan la demanda importada.

Tuvieron que esperar tres años, soportar los desplantes de Guillermo Moreno, el «cepo» al dólar y las trabas aduaneras pero, finalmente, el resurgir de las marcas de autos importados es una realidad. Para este año, esperan vender 80% más que en 2016 y superar, incluso, el récord de patentamientos de 2013, cuando la brecha entre el «blue» y la cotización oficial de la moneda estadounidense -que funcionaba como una especie de subsidio al consumo premium- hizo que el mercado explotara.

Según un relevamiento que hizo este diario, los representantes de marcas importadas (las que no tienen fábricas radicadas en el país) comercializarán alrededor de 54.000 vehículos contra los poco más de 30.000 del año pasado, un 80% más. En 2013, las más de 20 marcas que operan en el país no llegaron a superar las 50.000 unidades.

Ante las dificultades que tenía en ese entonces el Gobierno de Cristina de Kirchner por la salida de dólares, se comenzaron a aplicar restricciones para el acceso a la divisa. El 1 de enero de 2014, el ministro Axel Kicillof dispuso una fuerte suba de los Impuestos Internos para los 0km importados, lo que provocó el derrumbe de las operaciones. Con la llegada de Mauricio Macri, la situación se fue revirtiendo. La liberación del dólar junto con la baja de ese impuesto, volvió a hacer atractivo el negocio para los importadores.

Durante el primer semestre del año pasado, las distintas marcas comenzaron a restablecer los stocks. Algunas marcas regresaron y aparecieron con fuerza competidores chinos. Desde que se hace el pedido a las casas matrices hasta que llegan a la Argentina, pasan alrededor de cinco meses. Por eso la primera mitad del año se trabajó a un nivel muy bajo. Recién en la última parte del año pasado se normalizó la actividad. Por eso, el 2017 será el primer año completo que se trabaje a pleno.

Esto está provocando una fuerte competencia entre las marcas por recuperar el mercado. De esta manera, la oferta de autos es muy atractiva en cuanto a precios. Incluso de vehículos del segmento premium. A esto se suma que la moneda estadounidense se mantuvo al mismo valor desde febrero del año pasado.

Si algo faltaba para alentar la venta de autos importados, que tienen sus listas de precios fijadas en dólares, es que por la estabilidad cambiaria, el resto de los autos que se venden en pesos siguieron subiendo por efecto de la inflación. Así, desde febrero del 2016 hasta ahora, los 0km de las marcas generalistas aumentaron 25% en dólares. Esto provoca que sus modelos de gama alta se acerquen a los valores de los autos premium que se convierten en una fuerte competencia.