El 30 de octubre se cumplen tres años desde que inició el cepo cambiario. La aparición del mercado paralelo y el crecimiento constante de la cotización del blue en los últimos 36 meses han sido determinantes para el desarrollo de la economía argentina. Para los expertos, las restricciones cambiarias explican en gran parte la disparada de la inflación y la recesión económica.

Al repasar la evolución de las cotizaciones desde el 31 de octubre de 2011 (aparece el mercado paralelo ) hasta hoy se observa que el dólar oficial aumentó 100,23%, pasando de valer $ 4,24 a $ 8,49, tomando como referencia la cotización que publica diariamente el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Mientras tanto, el blue se incrementó 217,39%, saltando de $ 4,60 a $ 14,60 en Mendoza.

Como es lógico, la brecha entre dólar oficial e informal también subió durante los tres años de cepo cambiario. El 31 de octubre de 2011, la diferencia de cotización entre una versión y otra era apenas del 8,49%. Hoy, alcanza el 71,96%, aunque durante algunos días ha llegado a ser incluso del 100%.

El origen del cepo
La aparición y permanencia del cepo cambiario no fue casual. Para el economista Sebastián Laza, “la colocación del cepo demostró que a finales de 2011 el modelo económico propuesto por el kirchnerismo ya no generaba los dólares suficientes para el normal funcionamiento de la economía”.

José Vargas, economista de la consultora Evaluecon, agregó que antes de que se ordenara que todas las operaciones cambiarias deberían tener autorización de AFIP (el 30 de octubre de 2011), ya habían aparecido algunas restricciones para importadores que anticipaban la falta de dólares del Gobierno.

Más allá de la escasez que originó el cepo, las restricciones cambiarias no lograron revertir la tendencia inicial.

Por el contrario, la falta de dólares se fue profundizando, obligando al Gobierno a endurecer la medida a puntos extremos, como con la aplicación del 35% de recargo para turismo y compras en el exterior. Ese endurecimiento ha traído consecuencias negativas para la economía doméstica.

Inflación y recesión
Para explicar las consecuencias del cepo cambiario, Sebastián Laza explicó la reacción en cadena que han tenido diferentes fenómenos económicos en los últimos tres años.

“El primer problema fue el gran déficit fiscal que comenzó a sufrir el Gobierno nacional por su gasto excesivo. A partir de allí, por las necesaria emisión monetaria, comenzó a dispararse la inflación.

Ésta condujo a la falta de dólares porque generó atraso cambiario, lo que llevó al Gobierno a aplicar el cepo. A su vez, las restricciones cambiarias trajeron aún más inflación y, por último, la recesión que hoy estamos atravesando”, indicó el economista.

José Vargas también identificó al cepo cambiario como responsable de la inflación y recesión. “La alta cotización del blue se ha trasladado a los precios.

A su vez, esa inflación ha provocado atraso cambiario obligando al dólar oficial a subir y esto, a su vez, ha generado más inflación”, indicó. “Las subas constantes de precios se tradujeron en caída del consumo y provocaron la desaceleración de la actividad económica”, señaló.

Por su parte, el economista Daniel Garro, uno de lo titulares de la consultora Value International Group, recordó que, como cualquier devaluación, el primer impacto es que toda la sociedad (sobre todo los que menos tienen) se empobrece.

La segunda consecuencia, según Garro, es que “al ser una devaluación menor al precio real del dólar (que es el de mercado), la competitividad argentina se ve muy afectada, ya que los costos en dólares son más altos”. Esa condición, agregó, “genera un traslado de riqueza muy alto desde el sector privado al sector público”.

“La escasez de dólares y abundancia de pesos en un contexto de alto gasto público y déficit fiscal ataca el nivel de actividad”, coincidió Garro con sus colegas.

Así, la aplicación del cepo cambiario no aportó soluciones al problema de fondo. Al respecto, Laza opinó que “la solución a los problemas económicos de Argentina no está en más restricciones sino en atacar el problema de raíz, que es el excesivo gasto público que condenó al país al déficit fiscal”.

Sin embargo, el experto no ve señales favorables como para pensar que este gobierno realice los ajustes necesarios para revertir la situación.

En sintonía, Vargas expresó que hoy no hay coordinación entre política fiscal y política monetaria. “Tampoco hay credibilidad, algo que el próximo Gobierno tendrá, al menos en una primera etapa”, indicó.

El director de Evaluecon aseguró que probablemente “el cepo continúe y el Gobierno mantenga su política de microdevaluaciones para evitar que la suba del dólar oficial se traslade rápidamente a los precios”.

Cuatro meses récord para la modalidad ahorro

Desde que comenzó el año, viene creciendo la compra de dólares para tenencia personal en la modalidad ahorro -con el 20% de recargo- que permite la AFIP a algunos contribuyentes.

En enero se vendieron un total de U$S 94.874.073 para tenencia, cifra que creció significativamente un mes después (U$S 167.746.799) y luego alcanzaría un nuevo récord en julio, cuando en todo el país se vendieron U$S 205.737.660 para ahorro.

A partir de entonces, el volumen de dólares fue cada mes mayor hasta alcanzar U$S 387.179.821 en lo que va de octubre. En el total acumulado en los primeros diez meses del año, se han realizado 3.274.749 operaciones por U$S 2.078.169.837, según datos de la AFIP.

Se trata de una situación esperable en un contexto en el que el peso pierde continuamente poder adquisitivo frente al dólar, pero no era predecible si se repasan las permanentes y acumulativas restricciones para la compra de dólares, aplicadas por el Gobierno.

El economista Sebastián Laza opinó que esto sucede porque el Gobierno quiere crear un clima de confianza mientras sigue buscando pesificar la economía. “Si se restringiera aún más la compra de dólares, la gente se iría aún más al blue y subiría su precio”, señaló.

Sin embargo, el experto no descartó que en los próximos meses el Estado decida restringir esa vía de escape también, ya que el panorama se anticipa muy ajustado en lo que respecta a la escasez de dólares.