Se paralizaron casi por completo las operaciones del dólar liqui o contado con liqui. La cotización retrocedió ayer otros 40 centavos hasta $ 13,07. De u$s 150 millones por día que llegó a mover el contado con liqui, ahora apenas mueve entre u$s 15 y u$s 20 millones. Miedo en los agentes por posibles nuevos allanamientos e inspecciones. La estrategia es amedrentar al mercado
«Más que presidente del Banco Central, parece que es el nuevo jefe de la Policía», dicen en la City sobre Alejandro Vanoli. No es para menos: desde su asunción en el BCRA, la estrategia de amedrentar al mercado vía allanamientos e inspecciones, provocó una baja en todas las variedades del dólar: blue, Bolsa y contado con liqui, que ayer cayó 40 centavos a $ 13,07, su valor más bajo desde el 5 de septiembre pasado, cuando cotizó a $ 12,96. Una baja de la cotización que resulta totalmente ficticia, al punto que hoy se lo denomina en la jerga «dólar Vanoli». Un dólar que no existe, porque resulta muy difícil de conseguir volumen, ya que las operaciones están prácticamente paralizadas.
«De u$s 150 millones diarios que llegó a mover el CCL antes de la asunción de Vanoli, pasó a mover entre u$s 15 y u$s 20 millones por día. Como máximo, un día de volumen hoy son u$s 30 millones», revela el dueño de una sociedad de bolsa, en estricto off the record, por temor a represalias «Vanolísticas».
El pronóstico que hacen en las mesas es que este virtual feriado cambiario en el blue chip continuará durante toda la semana que viene. Habrá que ver en noviembre qué sucede, pero de seguir los controles del Central, CNV y la UIF, podría extenderse aún más, y afectaría la rentabilidad de los agentes bursátiles, que en los últimos meses vivieron prácticamente del dólar MEP. «La gran mayoría de los clientes ahora opta por comprar los bonos y quedárselos como renta en posición hasta que el panorama aclare, y venderlos en cuentagotas, para no levantar el avispero. Sólo se hace lo mínimo indispensable y extremadamente prolijo», comenta otro de los grandes brokers de la plaza.
«La sensación es que quieren reducir el volumen a su mínima expresión. Pero algún mecanismo tiene que quedar, a menos que se lo regule al estilo Sicad II», coincide otro, en alusión al sistema cambiario alternativo de divisas venezolano.
Operativo comando
Un cable de la agencia estatal de noticias Télam había revelado que en la reconocida sociedad de Bolsa Arpenta se encontraron u$s 400.000 no declarados, «que se presume que se habrían originado de manera ilegal en operaciones de cambio de cheques y divisas. Se encontraron sociedades de bolsa y casas de cambio autorizadas que operaban de manera conjunta, compartiendo espacios físicos, estructuras empresarias y negocios en común».
«El recrudecimiento de este tipo de operativos son para levantar más polvareda, pero mientras tanto el mercado no existe, hay operaciones y muy pocas con volúmenes muy pero muy bajos. Lo de Arpenta es un chivo expiatorio, como fue con el Mariva, que después de 15 días tuvieron que levantarle la suspensión y ni siquiera tuvieron que pagar una multa, porque no le encontraron nada», advierte uno de los grandes brokers de la City.
Fuentes de Arpenta revelaron a El Cronista que la titularidad de los dólares encontrados estaban documentados, que todos los legajos se encontraron en perfectas condiciones y todos los fondos justificados, ya que el dinero llega a los agentes desde Caja de Valores.
«Los billetes podían corresponder a la operación inmobiliaria de un cliente, donde incluso figurase la escritura. Si alguien quiere salir de un inmueble y meterse en bonos, no lo puede hacer de golpe, porque no hay mercado, entonces al dólar MEP lo tenés que hacer a cuentagotas. Por ende, podían tener los dólares en custodia desde que un cliente cobró el cupón del Boden 15 para aplicar a la compra de un bono o de un título público», detallan las fuentes.
El 21 de septiembre pasado, Arpenta había sido advertido que no podía tener la casa de cambios en el mismo piso que la sociedad de bolsa, sino que debiera tener un local a la calle, que lo iban a instalar, para no perder la chapa, ya que una vez perdida la licencia, es difícil de recuperarla. Le habían dado seis meses, pero ahora volvieron a recriminarles por ese punto, cuando aún están a tiempo de hacerlo.