A través de un decreto, el Gobierno volvió a extender por otros tres meses el blanqueo de capitales a través de los CEDIN y los BAADE, los instrumentos que creó hace un año con la idea de atraer dólares al país e impulsar, con poco éxito, el mercado inmobiliario y las inversiones energéticas.

El decreto 1025 extiende el plazo de “exteriorización de capitales” hasta el 30 de septiembre y lleva las firmas de la presidenta Cristina Kirchner; el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Esta es la cuarta prórroga que se dispone a la Ley 26.860, sancionada a fines de mayo del año pasado (las prórrogas anteriores fueron en octubre del 2013 y enero y abril de este año).

“La exteriorización de capitales permite emplear recursos líquidos ociosos para financiar inversiones productivas y sociales que apuntalen el proceso de crecimiento, profundicen la reindustrialización iniciada en 2003 y permitan la inclusión de vastos sectores de la sociedad”, sostiene el decreto.

Y justifica que “razones operativas y con la finalidad de permitir que una mayor cantidad de sujetos interesados puedan exteriorizar sus tenencias y acogerse a los beneficios dispuestos en la Ley Nº 26.860, hacen necesario disponer una nueva prórroga por un plazo de tres meses calendario de los plazos previstos en el régimen de dicha ley”.