Qué pasará en las próximas semanas con el precio del dólar paralelo?
Lo más probable es que haya una nueva pax cambiaria, y que se mantenga calmo, sin grandes subas. «El blue estará anestesiado, porque de ahora en más sólo venderemos a family & friends y, por los riesgos, dejaremos de hacer delivery, que cobrábamos entre $ 0,15 y $ 0,20 más por dólar», advierte un «correta», como se denomina en la jerga a los mayoristas del billete informal.
Ante la desaparición de las grandes manos, los cambistas chicos quedaron huérfanos de billetes. Según cuentan en el ambiente, la plaza está sin la presencia de los mayoristas, entonces hay ventas de dólar ahorro pero muy diseminadas, con lo cual cuesta hacerse de un saque de los billetes necesarios a partir de una gamba (u$s 100.000). Necesitan levantar muchos teléfonos, por eso la abundancia de la bicicleta financiera con el «puré» (comprar en el formal lo autorizado por AFIP para revenderlo en el informal) genera sobreoferta atomizada que achica el spread de compra y venta.
Al no estar presentes los big players, el volumen se redujo en forma significativa: de u$s 50 millones diarios, que llegó a transar, cayó a menos de la mitad. Incluso, al haber menos cuevas operando por temor a los controles, se amplió el spread de las puntas entre el precio de compra y el de venta.
«Abajo de $ 13 los grandes compran: sólo vende el chiquitaje», describen en el sector. Desde la asunción de Alejandro Vanoli al frente del Central, las cuevas se sienten perseguidas por «Los Intocables», grupo que forman el propio Vanoli; el presidente de la CNV, Cristian Girard; el titular de la UIF, José Sbatella; y el jefe de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos, Carlos Gonella.
Desde entonces, las reglas de juego cambiaron por completo en el submundo cuevero: por temor a las inspecciones, las financieras que venden dólares pueden llegar a cambiar mensualmente de oficina, de líneas telefónicas y se llevan siempre las computadoras portátiles a sus casas.
Además, el cuevero de hoy se parece al viejo almacenero de barrio: anota todas las operaciones en un cuaderno. Pero más de uno escribe todo en lápiz en lugar de hacerlo con birome, porque sabe que de esa forma no constituye una prueba fidedigna ante un allanamiento.
Muchas mesas se mudan a pocas cuadras, dentro del microcentro, ya que por una cuestión logística deben estar bien ubicados. Estas mudanzas permanentes le ocasionan un mayor gasto a los cueveros, que para no perder margen de ganancia lo trasladan a precio. Esta es otra de las razones que provoca que se agrande el spread entre la punta compradora y la vendedora en el circuito del blue.
¿Por qué se llama blue? Porque en el ambiente del dólar callejero suele haber billetes falsos. Entonces, para verificar su calidad, hay quienes le pasan una fibra y, si queda en color azul, significa que se trata de dinero trucho. Por otro lado, porque al contado con liqui se lo denomina en la jerga blue chip, entonces quedó el mismo color para el billete que manejan las cuevas. Otra de las explicaciones del blue es porque en inglés uno de los significados de ese color es el que se refiere a algo oscuro.