Analistas evalúan el panorama cambiario para este mes y explican los factores que pueden incidir en una mayor calma o presión sobre los dólares libres

El dólar blue y las divisas financieras, Contado Con Liquidación y MEP, registraron en la última rueda de enero una tendencia bajista luego de haber exhibido durante el mes gran volatilidad y alcanzar nuevos valores récords en un escenario de tasas de interés reales negativas y de incertidumbre por los vaivenes en la negociación de la ley ómnibus.

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Los analistas prevén que en febrero podría haber más estabilidad por factores que ayudan a contener a los dólares financieros, aunque advierten que la tensión seguirá latente mientras no haya alternativas en pesos que rindan por encima de la inflación.

Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores, consideró que los dólares financieros «aflojaron porque habían subido bastante, estaban medio pasados de precio, y salieron bien algunas licitaciones de BOPREAL, lo que ayudó a descomprimir el tema».

También vinculó la baja de los dólares paralelos a que durante enero «había existido mucho traspaso de pesos a dólares pero a fin de mes hay necesidad de pesos de las empresas de para pagar sueldos, impuestos».

El operador Gustavo Quintana, de Pr Cambios juzgó que «las bajas de las cotizaciones me parecen coyunturales, producto de necesidades de pesos propias de cada fin de mes».

Por su parte, Fernando Baer, economista jefe de Quantum Finanzas cree que la calma de los dólares paralelos es por «la volatilidad típica de corto plazo, el ajuste real de la economía comienza a sentirse, la cantidad de pesos de a poco se corrige y resta tensión, y hay demanda por BOPREAL y eso quita presiones».A su vez, Andrés Reschini, analista de F2 Soluciones Financieros opinó que «quizás los avances en el tratamiento de la ley ómnibus hayan quitado presión» sobre los dólares.

Tobias Sanchez, analista de research de Cocos Capital, adjudicó la caída de los dólares libres a que «el quórum logrado con el bloque de Pichetto (Hacemos Coalición Federal) y la UCR desempeñó un papel significativo, siendo que la eventual aprobación de la ley es un factor que el mercado percibe como positivo».

«A eso se suma que el mercado preveía una buena licitación a los nuevos títulos BONCER, gracias a la nueva comunicación del BCRA que buscaba es extender la licitación de PUTS para los bonos del Tesoro hasta diciembre de 2027, incentivando la demanda de los activos en pesos, absorbiendo de esta manera pesos de la economía», aseveró.

Dólares paralelos: ¿habrá calma o tensión en febrero?

Los analistas avizoran que en febrero podría haber más estabilidad en los dólares financieros por factores que ayudan a mantenerlos contenidos, entre ellas el buen resultado de la sexta la licitación del BOPREAL -el bono para los importadores- que culminó el miércoles en la cual se adjudicó el remanente disponible de la Serie 1 por u$s 904 millones, por lo se completó el monto máximo disponible para esta serie u$s 5.000 millones.

«Las ofertas recibidas en esta sexta licitación por parte de 776 empresas ascendieron a u$s1.629 millones, excediendo el monto máximo disponible por lo cual se procedió a adjudicar las ofertas a prorrata de los montos demandados», indicó el BCRA .

A eso se suma que unas 10.000 empresas MiPyMEs, con deudas registradas por hasta u$s 500.000 en el Padrón de Deudas Comerciales por Importaciones con Proveedores del Exterior, podrán acceder al Mercado Libre de Cambios a partir del 10 de febrero, en forma escalonada, para cancelar la totalidad de sus pasivos comerciales con el exterior. Y es que los analistas afirman que al haber menos demanda de CCL de ese sector la cotización podría bajar.

Sanchez también prevé que «los dólares financieros se mantendrán estables en febrero de continuar la tendencia de absorción de pesos como observamos en la adjudicación total con el BOPREAL, de aproximadamente $4.1 billones, equivalente al 40% de la base monetaria, sumado a lo licitado por Tesoro, se quita gran parte de la presión sobre la demanda de dólares y los precios generales de la economía».

«Además, a través del mercado de dólar futuro, podemos observar cómo el mercado reduce las probabilidades de una devaluación en febrero, extendiéndose hacia los meses de marzo y abril, lo cual constituye un factor clave, dado que existe una correlación positiva entre el dólar oficial y los dólares financieros», alegó.

Para Baer, «vamos a seguir viendo volatilidad de los dólares», y sostuvo que «el avance del Proyecto de Ley y la aprobación del acuerdo del FMI son buenas señales, pero el camino va a seguir siendo complejo» en un mes donde se acentúa la caida de la demanda de dinero.

Por su parte, Quintana argumentó que «febrero usualmente refleja mayor disponibilidad de pesos y por lo tanto no sería sorpresa que haya una reacción de las cotizaciones» al alza. En contrapartida, el operador consideró que «en febrero pueden tener cierto impacto los anticipos de gastos escolares y el pago de lo gastado en vacaciones, por lo tanto, es posible que la reacción alcista no sea tan importante».

Dólares paralelos: qué rango de precios prevén para febrero

Repetto estimó que si no hay eventos disruptivos «el rango en el que se podrían mover en febrero los dólares financieros está entre $1.180 y $1.300, con momentos que por ahí se pasa para un lado o para otro, en función de cómo va evolucionando el stock de pesos en la economía y los efectos inflacionarios».

«En la medida que haya menos pesos puede estar un poco más abajo, aunque los pesos al final de cuenta terminan recirculando porque cuando el Tesoro absorbe también hay un proceso de expansión al mismo tiempo que es la caída del stock de pases de los bancos», explicó.

Glustein también prevé estabilidad y proyectó que los dólares paralelos podrían mantenerse debajo de los $1.200: «el CCL estaría en un rango cercano a los $1.150, junto al MEP y el blue en $1.100». Y fundamentó que «al permitir que las pymes empiecen a pagar su deuda comercial en dólares a partir de febrero, comienza a haber menor demanda del CCL, bajando la presión en este segmento de mercado».

De todos modos, Repetto destacó que el rumbo de los dólares también dependerá de otros factores: «si el gobierno empieza o no acelerar el crawling peg, el que haya mucho ruido con alguna cuestión política puede ser problemático, o si hay tensiones sociales». En ese sentido, advirtió que «la justicia dando espacio a reclamos en contra del DNU o la propia ley si hay cuestiones de inconstitucionalidad puede generar saltos desproporcionados en los dólares».

También afirmó que como «la intención es licuar todos» si se mantienen las tasas de interés negativa «corren el riesgo de que la gente se vaya al dólar a medida que empiecen a venir ajustes salariales un poco más acordes a la inflación». En sintonía, Reschini cree que «los dólares alternativos tenderían a seguir a la inflación si seguimos con este esquema de tasa negativa».

Por su parte, Santiago Franco, analista de Research de GMA Capital planteó que en enero el CCL experimentó una suba muy por encima de las estimaciones del IPC, y en consecuencia, el dólar se mantiene en niveles históricamente altos medido en términos reales».

«En vista hacia el futuro, la gobernabilidad del oficialismo y su capacidad en aplicar las reformas propuestas serán determinantes. No obstante, existen algunos factores que podrían mantener la presión sobre los dólares financieros. La demanda de pesos por factores estacionales suele ceder a partir de febrero. Además, si bien la tasa de interés vigente permitió que se licuaran cerca del 20% de los pasivos remunerados en solo dos meses, esta atenta contra el apetito por la moneda local. Mientras no existan alternativas en pesos que otorguen rendimientos por encima de la inflación, el tipo de cambio seguirá siendo la vía de escape», argumentó.

A su vez, el analista remarcó que «el BCRA cerró la última jornada de enero con ventas netas por u$S10 millones, y esto refleja que, conforme se vaya dando acceso a los importadores al MLC con el nuevo sistema, deberíamos ver mayor presión sobre las reservas». En ese sentido, Sanchez auguró que «de no continuar la tendencia compradora de divisas sería un factor clave que pondría presión alcista hacia los dólares en el futuro».