La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazó esta mañana tratar el caso argentino contra los fondos buitre por la deuda en default y el país deberá enfrentar ahora pagos por 1.300 millones de dólares a esos bonistas.

Ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aprovechó su discurso en la cumbre del G-77 más China, en Bolivia, para advertir que “ese pequeño grupo de fondos buitre pone en peligro no sólo a la Argentina, porque si fuera solo la Argentina en este mundo, poco importaría, porque es un país allá perdido, en el fondo del continente, en América del Sur. Lo que se está poniendo en juego es el sistema financiero internacional y el sistema económico internacional, más que el financiero”, planteó Cristina.

La mandataria insistió en lo especulativo de los holdouts, dado que “nos exigen, bajo amenaza de que se caiga toda la reestructuración de la deuda, que se les pague diferente a ellos con respecto al 93% de los acreedores que apostaron a la Argentina (los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010)”. Enfatizó que por el Gobierno está “haciendo un inmenso esfuerzo de pagar las deudas que contrajeron otros gobiernos” (como el caso del Club de París) y que la falta de solución con los holdouts generan “el perjuicio de tener disponible financiamiento internacional a tasas de 14% o 15%, lo que es usurario y prohibitivo”.

Al finalizar la cumbre, el bloque de 133 países más China brindó apoyo al planteo contra los fondos buitre, a los que definieron como “especulativos” y que “plantean un peligro para los procesos futuros de reestructuración de la deuda, tanto para los países en desarrollo como para los países desarrollados.