Con una divisa que cotiza por encima de los 17 pesos las ganancias provenientes de bicicleta financiera en pesos se redujeron notablemente

En el gobierno analizan un costado positivo en la suba del dólar de los últimos diez días. Se asegura que con el alza de la divisa y la perforación de la barrera psicológica de los 17 pesos, y al menos por el momento, se terminó el «carry trade»; y con saldo negativo.

Al menos para los que apostaron a que esta «bicicleta financiera» les hubiera generado ganancias de más de 15% anual ingresando y saliendo del mercado a un precio similar de venta y recompra de los dólares.

Esto se analizaba ayer en los despachos del ministerio de Finanzas de Luis Caputo y el Banco Central de Federico Sturzenegger, al considerar casi como un éxito secundario que los que hayan apostado a la venta de dólares para generar ganancias financieras y luego volver al dólar para salir del mercado local, hayan perdido algo de sus rentas previsionadas.

Al menos si la idea de estos inversores golondrina era la de volver a comprar a tiempo las divisas vendidas para apostar a las licitaciones de las Lebac, esperar a los vencimientos de las colocaciones del Central, para luego recomprar los dólares a valores similares a los de ingreso.

Sturzenegger había dicho el 28 de junio pasado, al concurrir al Senado a explicar la política monetaria y cambiaria del BCRA, que la operación no era una especulación con futuro.

«Con el «carry trade» le puede ir bien o mal. Mirando el comportamiento de los últimos meses vemos que el 50% de las veces les fue mal».

Donde sí hay preocupación, tanto en el palacio de Hacienda como en el Central, es en los posibles efectos inflacionarios del alza del dólar de los últimos diez días.

Ya contabilizaba tanto Hacienda como el BCRA, que julio sería un mes con mayor presión sobre los precios por cuestiones estacionales. Se preveía un incremento de 2% en el mes, con un acumulado en los primeros siete meses que superaría el 13% y que alejaría la meta de 22% para todo el 2017.

Para peor, se sumó a la presión sobre los precios, el alza de 7,2% en las naftas y 6% en gasoil dispuesta por el oficialismo desde este lunes; que tendrá un efecto negativo sobre las proyecciones oficiales para controlar el alza de julio.

Ahora el gobierno, según Ambito, deberá monitorear los efectos siempre alcistas que en la Argentina tiene cualquier incremento en la divisa. El macrismo quiere ahora evitar que se repita el fenómeno y que la revaluación del dólar genere expectativas inflacionarias injustificadas, más allá de las que el propio gobierno aporta por el sostenimiento del déficit fiscal.