Año negro para automotrices: hay marcas que no pudieron importar un sólo vehículo en el arranque de 2014

En línea con el derrumbe en el nivel de patentamientos, datos de Aduana revelan que las compañías del sector debieron reducir drásticamente el ingreso de 0Km desde el exterior ante la caída de la demanda. El ranking de las más afectadas y los modelos que brillan por su ausencia

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El negocio automotriz está atravesando uno de sus momentos más difíciles de la última década.
La devaluación -que disparó los costos e impactó en los precios-, el impuestazo, que afectó seriamente a numerosas marcas de alta gama, el encarecimiento del crédito y un contexto menos favorable para el consumo, están afectando a un sector que este año se verá obligado a despedirse de los números récord.
Los datos provisorios de patentamientos correspondientes al mes de abril que difunde la Asociación de Concesionarios (ACARA), muestran un derrumbe general de ventas que habría alcanzado el 40% respecto al mismo período de 2013.
Este desplome, que se suma al de marzo, deja a las claras el difícil momento que están atravesando las compañías de esta rama de actividad.
Así las cosas, en lo que va del año se pudieron ver numerosos cierres de concesionarios -especialmente en marcas de alta gama-, así como también continuas paradas en las terminales, con las consecuentes suspensiones de turnos y tensiones con los sindicatos.
Y el muy mal arranque de este 2014 que viene padeciendo el sector, no sólo se plasmó en las magras cifras de exportaciones, producción o ventas: la crisis que atraviesa a las automotrices también se está viendo reflejada con crudeza en los datos de importaciones, uno de los principales frentes que viene atacando el Gobierno para reducir la fuerte demanda de dólares de esta industria, que en 2013 le «arrebató» al Banco Central la friolera de u$s9.000 millones, marcando un récord sin precedentes.
En efecto, el encarecimiento de los vehículos en lo que va del año -de más del 35% para algunos modelos masivos y superior al 100% para los de alta gama-, sumado a la pérdida de poder adquisitivo en términos reales, terminó repercutiendo en un menor ingreso de vehículos por parte de las automotrices.
Según un informe elaborado por la consultora Market Research & Techonology, en exclusiva para iProfesional, en el primer bimestre del año, todas las marcas de la industria ingresaron al país unas 65.900 unidades, unas 20.000 menos que en el mismo período de 2013, lo que implicó una fuerte caída del 22%.
¿Cuánto se «ahorró» el Banco Central al tener que entregar menos dólares para cubrir importaciones? Entre enero y febrero, estas operaciones representaron unos u$s824 millones, un 20% menos que el año pasado.
De modo que las medidas que sumieron a la industria automotriz en la peor crisis de la última década, considerando sólo el arranque del año, le significaron al Gobierno un ahorro de reservas de tan sólo u$s212 millones (ver infografía).

Marcas importadas: fuertes derrumbes
Al analizar el comportamiento de las marcas, cuyo portafolios de productos dependen en un 100% de vehículos del exterior, salvo un par de casos, prácticamente ninguna pudo eludir el golpe de la actual coyuntura.
Una de las más perjudicadas fue Mini Cooper, perteneciente al Grupo BMW: entre enero y febrero de 2013 había logrado ingresar unas 174 unidades por un valor superior a los u$s3 millones.
¿Cómo fue su situación en el arranque de este año? No registró ninguna operación en Aduana, es decir, no importó ningún vehículo.
Cabe destacar que, según datos de la Asociación de Concesionarios (ACARA), las ventas de Mini Cooper se derrumbaron un 64% en el primer trimestre.
En el ranking de desplomes de importaciones, fue secundada por Subaru, Audi, BMW y Volvo, todas con fuertes caídas interanuales, superiores al 90%

En el caso de la marca de los anillos cabe mencionar que:
• De su modelo A1, su auto chico y más económico, apenas logró nacionalizar 80 unidades, frente a las más de 280 del año pasado.
• En tanto, de los modelos A3, A4, A5 A6 y A7, no importó ni un solo vehículo.
• Así las cosas, sus operaciones pasaron de los u$s32 millones en el arranque de 2013 a representar apenas u$s2 millones.
En lo que respecta a BMW, los datos de MRT revelan que:
• En el primer bimestre no registró el ingreso de ninguna unidad de las Series 1, 3 o 5.
• Las pocas operaciones que pudo realizar se centraron en sus SUV, como la X3 o la X6.
• En dólares, las importaciones de la marca alemana se volvieron prácticamente inexistentes: de los u$s15 millones que demandó al BCRA entre enero y febrero de 2013, pasó a tan sólo un millón y medio de dólares.
No por casualidad, todas estas marcas premium, según los registros provisorios de ACARA, están sufriendo desplomes en los niveles de venta de más del 90%.
En este contexto, las empresas vienen apelando a diferentes estrategias para adaptarse a los tiempos que corren: para el caso de los modelos tope de gama que ya superan el millón de pesos, hay automotrices que directamente están optando por traer unidades a pedido, con demoras que pueden superar los seis meses.
Otras, ante las crecientes dificultades para nacionalizar vehículos, debido a la mayor reticencia por parte del Banco Central, optaron por «reexportar» a terceros mercados los 0Km que tenían varados en el puerto de Zárate, terminal donde se centralizan las importaciones de autos y que en 2013 llegó a albergar a más de 40.000 unidades en sus playones por las trabas aduaneras.
Los fuertes derrumbes registrados en el arranque del año no se limitaron únicamente a los modelos de alta gama. Según surge del registro de Aduana, ni siquiera las compañías «low cost» esquivaron el temporal.
Así las cosas, la marca Chery, que comercializa algunos de los modelos más baratos de la Argentina y que ensambla en Uruguay, achicó sus importaciones en un 52% en volúmenes.

Como su negocio ahora lo centró en su modelo entry level -el QQ- las operaciones en dólares no superaron los u$s4 millones, lo que elevó el derrumbe a casi 60%.
Nacionales: alzas y bajas
A contramano de las compañías que se abastecen en un 100% con modelos del exterior, las marcas generalistas que realizan procesos productivos en el país, en general exhibieron una mejor performance.
Primero, porque son pocas las versiones de estas compañías que se vieron alcanzadas por el impuestazo. En segundo lugar, porque el salto del dólar no se trasladó en su totalidad a los precios de venta al público, como sí sucedió con prácticamente todas las marcas de alta gama, que tienen sus listas en moneda estadounidense.
Del informe de la consultora MRT surge que la más afectada fue Volkswagen, con una caída en el volumen de vehículos nacionalizados del orden del 41%,

Esta caída le permitió al Gobierno un «ahorro» de reservas del orden de los u$s80 millones en el primer bimestre.
Al analizar sus registros en Aduana, queda en evidencia cómo la compañía alemana debió «bajar un cambio» para sus modelos más costosos: del Passat, la Tiguan y la Touareg, por ejemplo, en el primer bimestre no ingresó una sola unidad, en tanto que el año pasado, durante ese lapso, había introducido al país más de 600 vehículos.
Incluso, uno de los modelos más vendidos de la Argentina, el Gol, que es de origen brasileño, tampoco pudo escapar de la tendencia: en los dos primeros meses se importaron casi 8.000 unidades menos que entre enero y febrero de 2013.
Cabe destacar que, según los números de ACARA, Volkswagen acumula una caída del 16% en cuanto a patentamientos para el primer trimestre.
El ranking de bajas de importaciones se completa con Citroën, Ford, Chevrolet y Renault, con variaciones negativas que fueron del 18 al 38 por ciento.
En este contexto, en la industria se maneja una previsión que genera escalofríos: para 2014, el techo de comercialización que se está manejando es de unas 700.000 unidades, lo que implica unas 250.000 menos que las alcanzadas a lo largo de 2013.
Este complejo escenario está comenzando a impactar en una de las variables más sensibles para el Gobierno: el empleo. Semanas atrás, Volkswagen inició negociaciones con el gremio de Smata para suspender a 400 trabajadores, al tiempo que apunta a desafectar a otros 300 mediante jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios.
Paralelamente, en Córdoba, Iveco y la francesa Renault suspendieron, en conjunto, a unos 1.100 empleados.
Días atrás, el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, se refirió a la crisis que atraviesa la industria en su provincia, producto de «un mercado doméstico de automóviles que se cae a pedazos».
En este contexto, los directivos de las terminales vienen alertando que una de las medidas clave para evitar este derrumbe sería alivianar el peso del impuesto a los bienes suntuarios, que generó un «efecto dominó» hacia las gamas más bajas.
Sin embargo, desde el Gobierno tienen otra visión: los funcionarios argumentaron que los patentamientos se desploman porque los precios se ajustaron al alza como consecuencia de maniobras especulativas y, además, porque muchos compradores habrían frenado sus decisiones de compra ante los rumores que lanzaron las propias automotrices de que el Ejecutivo iba a rever la aplicación del tributo, algo que todavía no sucedió. Y difícilmente ocurra en el corto o mediano plazo.
De hecho, Alberto Príncipe, titular de la Cámara del Comercio Automotor (CCA), confirmó a iProfesional que «todo está frenado», en relación con el pedido de las compañías para que el Ejecutivo diera marcha atrás con el impuesto.