Algunas entidades permitieron la extracción de dólares en el exterior con tarjeta de débito. Otras lo harán próximamente. Cuando estaba el cepo, había topes y solo podía realizarse con tarjetas de crédito

Los bancos empiezan a normalizar las operaciones de las transacciones cambiarias en el exterior. Los bancos empiezan a normalizar las operaciones de las transacciones cambiarias en el exterior.
Lentamente, comienzan a permitirse varias de las viejas operaciones cambiarias anteriores a la instauración del cepo. En los últimos días, algunos pocos bancos permitieron que los argentinos puedan retirar dólares en países extranjeros desde sus cuentas sueldo o cajas de ahorro en pesos, mientras que otros están avanzando en el mismo sentido.

Hoy por hoy, las normas bancarias no impiden extraer dólares en el exterior desde los cajeros automáticos. La posibilidad quedó abierta hace un mes, cuando el Banco Central (BCRA) convirtió en realidad la eliminación de las trabas a la compra y venta de moneda extranjera.

Si bien la gran mayoría de los bancos aún no adecuaron totalmente sus sistemas informáticos a la nueva economía «sin cepo», al menos hay cuatro entidades que informaron a sus clientes que ya pusieron en marcha o implementarán en una fecha precisa la opción para «operar con monedas cruzadas».

La novedad llega oportunamente, en medio de una temporada en la que los sectores medios y acomodados de la sociedad aprovechan sus vacaciones para descansar en el exterior. Son más de dos millones los turistas argentinos que viajaron a Brasil y a otros destinos del mundo.

Actualmente, sólo los clientes de Banco Macro, Santander Río, Banco Tucumán y, desde febrero, los de BBVA Banco Francés cuentan o contarán con la opción de retirar dinero en efectivo en moneda extranjera desde los cajeros en el exterior, publicó hoy el diario El Cronista. Por la misma senda transita el Banco Ciudad, que advirtió que restaurará el servicio aunque todavía sin una fecha estimada.

La extracción de moneda extranjera era algo normal entre los turistas argentinos antes de que en 2011 se implementaran las restricciones cambiarias. El sistema siempre fue sencillo: solo basta con una tarjeta de débito de validez internacional y un cajero para conseguir dinero local en el exterior. Este tipo de operaciones sirve para evitar ir a las casas de cambio de los destinos turísticos, que suelen vender más cara la moneda local.

El gobierno de Cristina Kirchner había puesto obstáculos a las extracciones en el exterior con el objetivo de «cuidar los dólares» y evitar una mayor fuga de divisas. La idea era administrar la escasez y destinar ese capital circulante hacia los sectores estratégicos de la economía. Entonces, solo era posible retirar dinero fuera del país a través de cuentas en dólares –previamente autorizadas por la AFIP- o con adelantos con una tarjeta de crédito internacional. En este último caso también había límites: solo se podía retirar hasta USD 50 al mes en países limítrofes y USD 800 mensuales en el resto del mundo.

Pese a las intenciones oficiales del kirchnerismo, la masificación de los controles en el mercado cambiario y el comercio exterior se volvió ineficaz, al punto de profundizar el drenaje de reservas del BCRA. La estrategia cayó por su propio peso y ello le dio legitimidad al macrismo para prometer (y efectivizar luego) el levantamiento de las restricciones.