Liberan actividad de casas de cambio. A partir de su próxima reglamentación, se busca que el mercado cambiario gane en eficiencia y sea más competitivo. 

Dentro de las modificaciones que se incluyeron en el mega decreto publicado el jueves se incluyó a la actividad cambiaria, y si bien todavía falta la reglamentación del Banco Central (BCRA), el organismo avanza hacia la flexibilización de un mercado que, en algunos casos, todavía se rige por normas determinadas durante el corralito de 2001.

Según el comunicado del Central, entre las medidas para favorecer la inclusión financiera, «se modifica la ley de casas y agencias de cambio con el objetivo de brindar más flexibilidad al sistema, favorecer la competencia a través del ingreso de nuevos operadores al mercado de cambios, y reducir sus costos».

En concreto, las modificaciones pretenden «generar un mercado de cambios competitivo y eficiente, que provea soluciones a quienes necesitan cambiar pesos por otra moneda de manera segura y accesible a toda hora, en lugares comunes y cualquier día de la semana»
De hecho, se sustituyó el artículo 1º de la Ley Nº18.924, que empieza diciendo que «ninguna persona podrá dedicarse al comercio de compra y venta de monedas y billetes extranjeros (…)», por: «Las personas que se dediquen de manera permanente o habitual al comercio de compra y venta de monedas y billetes extranjeros (…)».

Aunque no se pueden definir los posibles jugadores, porque no se reglamentó todavía, va a haber un criterio de habitualidad. Por ejemplo, hoy un comercio no puede aceptar dólares de un turista como forma de pago. En cambio, se espera que, en esos casos, se juzgue la habitualidad: solo estará cometiendo un delito si se detecta que compra dólares diariamente, ya que debe estar habilitado por el BCRA para hacerlo, según El Cronista.
Al respecto, el CEO de FDI, Mariano Sardans comentó que «la ley cambiaria hoy está pintada», dado que «hay total libertad, pero intentarán derogarla de a poco, desarmando todo este control cuyo origen fue el Corralito».

En esa línea, agregó: «Quieren liberar completamente al mercado, que en algún momento las grandes cadenas de farmacias o de supermercados puedan comprar y vender dólares, sin tener que andar justificando la operación en la AFIP, como se hace en cualquier lugar del mundo, como se hace en Uruguay o Estados Unidos».

El objetivo final, dice el Central, es abrir el mercado para que se reduzcan los costos.