En un contexto de marcada contracción del sector inmobiliario, por primera vez en la Ciudad de Buenos Aires el valor del tipo de cambio implícito (TCI) superó al del blue. Así, el “dólar ladrillo”, también conocido como “dólar brick”, cotizó a $ 13,2 y superó al dólar blue, que opera en torno a los $ 12,8.
El Gran Buenos Aires también registra una fuerte tendencia al crecimiento en los últimos cinco meses, aunque todavía se mantiene por debajo.

¿Por qué el dólar blue dejó de ser un parámetro para los vendedores?

Según Christián Brosens, gerente comercial de Zonaprop, esto se debe a que existe “una baja en el tipo de cambio del dólar blue que no fue acompañada por el precio de los departamentos”. En ese sentido, agregó: “Hay una inflexibilidad de los precios a la baja e incluso una tendencia leve de crecimiento”.
En un año tomado absolutamente por la política, el real estate no es una excepción y el factor especulativo es uno de los motivos determinantes para este nuevo récord del dólar ladrillo. “Estamos en año de elecciones, y varios de los candidatos están proponiendo sacar el cepo cambiario. Entonces los propietarios no están dispuestos a bajar el precio de venta y en esa especulación vemos que el precio de los activos sigue subiendo”, explicó Brosens a Apertura.com.
Este factor abarca tanto precios como plazos: hoy los vendedores están dispuestos a esperar si eso les asegura el precio que buscan. “Hay mucha gente que sacó su propiedad de la venta y se está especulando con que el mercado empiece a fluir si se saca el cepo. Los anuncios de venta permanecen mucho más tiempo en el sito que antes, con lo cual se estiró mucho el proceso de transacción”, comentaba Brosens.

Además, según plantea un informe realizado por la empresa, el valor del TCI (que fijan vendedores y compradores de manera particular) también registra una divergencia entre las propiedad usadas y las que son a estrenar. En la actualidad hay una brecha del 10 por ciento que comenzó a agrandarse hacia fines del año pasado, luego de mantenerse nueve meses a valores mínimos. Nuevamente, el valor del TCI para las propiedades usadas se aceleró mientras que el de las nuevas se mantuvo relativamente estable. “En los usados es donde más se especula, porque la gran mayoría de las propiedades a estrenar son de pozo y permiten una financiación en pesos. Es un escenario más previsible”, acotó Brosens.
Y aunque el sitio web especializado registra una tendencia a la baja en la cantidad de anuncios de venta de departamentos en pesos (a marzo de este año sólo ocupaban el 7 por ciento de las publicaciones), el valor nominal de las propiedades sigue aumentando. El precio del metro cuadrado en CABA subió un 36 por ciento en el último año y se instaló en $ 26.929, mientras que en GBA trepó un 44 por ciento ($ 20.315), y se mantuvo más a tono con la inflación.
Este fenómeno se diferencia en el caso del dólar, que experimentó un aumento mucho más suave. Entre los años 2014 y 2015, en la Ciudad de Buenos Aires, el costo del metro cuadrado se incrementó un 1,5 por ciento y 1 por ciento en el caso del conurbano. Del estudio se desprende, además, que existe una diferencia del 20 por ciento entre el valor del metro cuadrado porteño (US$ 2113) y bonaerense (US$ 1710).