La entidad encaró un proceso para mejorar la calidad del dinero circulante. Desde enero y hasta julio, salieron de la calle 810 millones de billetes de pesos. Casi el 80% de lo eliminado corresponde a papeles de $ 100.

Desde enero y hasta julio pasado, el Banco Central retiró de las entidades financieras 810 millones de billetes deteriorados. Hasta la fecha, la entidad ya destruyó 726 millones para mejorar la calidad de dinero circulante.

En proporción casi el 80% de lo destruido corresponde a billetes de $100 pesos y el resto a billetes de $2, $5, $10, $20 y $ 50, según explicó la autoridad monetaria.

«Todos los billetes de pesos estaban extremadamente gastados y estaban siendo acumulados en las bóvedas de las entidades financieras. Su salida de circulación ayudará a reducir costos de seguridad, almacenamiento y logística para todo el sistema financiero, incluyendo al BCRA» dijo el organismo.

Para destruir los billetes se utiliza una una máquina trituradora, «con tecnología alemana, con capacidad para destruir de 6 a 8 millones de billetes diarios», explicó una fuente de la entidad.

Para llegar a esta trituradora, primero hace falta que las entidades financieras le entreguen, desde distintos puntos del país, fajos de billetes estropeados, con perforaciones que evidencian que ya no tienen valor de circulación. Al recibirlos, el Central hace un procedimiento de control y recuento, que en algunos casos es manual ya que el mal estado de los billetes impide recontarlos con máquinas.

Luego, la máquina consigue transformar en pocos minutos, los fajos en pequeños ladrillos de papel triturado y prensado, que luego recibe un tratamiento como residuo especial según la normativa vigente.

La entidad presidida por Federico Sturzenegger también destacó que la introducción de billetes de $ 200 y $500 fue relevante para la modernzización del circulante.

«Su uso permitió ampliar la capacidad y la eficiencia de la red de 20.000 cajeros automáticos y terminales de autoservicio que posee el sistema financiero argentino, a la vez que facilitó la realización de múltiples operaciones económicas cotidianas.

En la actualidad, el 35,1% del dinero que circula en nuestro país lo hace en estos nuevos billetes (29,8% en billetes de 500 pesos y 5,3% en billetes de 200 pesos).

Los billetes de 100 pesos constituyen hoy el 60% del efectivo en circulación, un porcentaje que muestra un fuerte descenso de esta unidad de denominación si se tiene en cuenta que antes de la aparición de los billetes de 500 y 200 pesos en junio de 2016, los billetes de 100 pesos llegaron a representar el 93% del dinero en circulación, quedando para el resto de las denominaciones menores sólo el 7% restante.

Según explicaron fuentes oficiales, el Central encaró el proceso de «normalización» del dinero circulante por un plazo de cinco años. Sus objetivos son, por un lado, mejorar la calidad de los billetes, evitando la circulación de billetes rotos o gastados. Por otra parte, El segundo objetivo es tener una estructura de billetes adecuada que ajuste la cantidad de cada denominación a las necesidades del circuito económico, evitando excesos tales como el que ocurría con los billetes de 100 pesos hasta la aparición de billetes más grandes.

Mientras acondiciona el dinero físico, la entidad ha dado en los últimos diecinueve meses un fuerte impulso a los medios electrónicos de pago, a partir de la incorporación de nuevas modalidades, como el Pago Electrónico Inmediato (PEI) y medidas como la gratuidad de las transferencias electrónicas hechas por individuos.

Según datos de julio publicados en la web del BCRA, las transferencias realizadas por particulares a través de homebanking, cajeros o aplicaciones para celulares han registrado un crecimiento interanual del 40% medido en cantidad de operaciones y del 75% en monto transferido.