Ante el final de la liquidación del agro y la cercanía de los vencimientos de los bonos estructurados (el Discount), del Club de París y de un eventual arreglo con los holdouts, los distintos organismos oficiales reforzaron las polémicas restricciones al acceso de dólares.
En efecto, en la última semana, el cepo cambiario se profundizó notoriamente. Las exigencias se incrementaron ahora también sobre el giro de dividendos al exterior, sobre las compras de divisas por importaciones de grandes empresas en el mercado cambiario y sobre la compra de dólar ahorro de los monotributistas durante los primeros días de julio.
Al respecto, Juan Carlos Fábrega permitió la semana pasada girar dividendos a tres grandes entidades financieras del sistema (BBVA Francés, el Patagonia y el Macro) con dos exigencias tan estrictas como novedosas: la obligación de ingresar dos dólares por cada uno que necesitaran distribuir en el exterior a sus accionistas si pretendían hacerlo en el lapso de los próximos seis meses; o respetar el «uno a uno» establecido por el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, si accedían a hacer el envío de las divisas a sus casas matrices en pequeñas dosis a lo largo de un año entero.
El reparto de utilidades, de más de $1.000 millones, suponía un giro de u$s50 millones al exterior que los ejecutivos deberán hacer en pequeñas dosis y sólo después de haber cumplido con el nuevo requisito, según Ámbito. En el sistema financiero dejaron de ver a Fábrega como un aliado y empiezan a exasperarse frente a la docilidad que, dicen, muestra el funcionario a las injerencias del ministro de Economía, Axel Kicillof, sobre la política monetaria y cambiaria.
En tanto, la mesa de dinero del organismo oficial decidió incrementar aún más las trabas que impone desde hace tiempo a las compras de dólares que hacen los bancos en el mercado mayorista oficial, especialmente sobre aquellas que deben hacer por los pagos de importaciones de sus clientes mayores a los 300.000 dólares.
En las últimas ruedas de mayo este monto llegó a reducirse a los u$s200.000 por operación y obligó a grandes jugadores a planificar en pequeñas cuotas sus compras al exterior. Algunos días puntuales, incluso, se frenaron las módicas transferencias de divisas que hacen los bancos por el uso de tarjetas de crédito de argentinos en el exterior.
Asimismo, el Gobierno empezó en estos primeros días de julio a limitar a los monotributistas que pidieron sus dólares para ahorro al indicarles que a partir de ahora ya no pueden gozar de ese beneficio, pese a haber adquirido divisas en todos los meses de este año: «Sr. contribuyente: en función de los parámetros cuantitativos establecidos por la comunicación 5526 del Banco Central, sus ingresos no superan el último año los mínimos establecidos», señala el mensaje emitido por la AFIP.