Lo cierto es que la posibilidad de que haya continuidad en el plan económico hizo que el dólar se transformara en un refugio.  De hecho, su cotización en el mercado libre terminó a 13,02 . A pesar de los férreos controles y sanciones que impuso el Gobierno, la divisa subió 2,68 por ciento en cuatro días. Hay que recordar que la escalada comenzó el martes.

Las ventas de dólar ahorro crecieron el viernes a 16,5 millones. En lo que va de junio, los bancos vendieron 367 millones. Todo indica que se puede batir el récord de ventas de abril de 495 millones de dólares.

Claro que el Banco Central a lo largo del mes compró 530 millones a los exportadores, pero diariamente tiene que hacer fuertes pagos por importaciones de energía, cancelar deuda con organismos internacionales, compensar a Brasil y venderle dólares a las automotrices y a las armadurías fueguinas.

Y si bien el oro tuvo una leve suba que favoreció a las reservas, no resulta creíble que en la semana aumentaran 14 millones a 33.819 millones.

Para la bolsa tampoco fue una buena semana. Si no hubiera sido por la suba de Petrobras en las cuatro primeras ruedas, la caída del promedio de las acciones líderes hubiera sido mayor a 1,2 por ciento. Los papeles clave están vulnerables, en particular los bancos. Además, Petrobras va a comenzar una semana con la sombra del escándalo de corrupción y le va a ser difícil sostener sus valores. Este papel explica 20 por ciento del índice Merval. Es la acción de mayor incidencia en la Bolsa por el volumen de negocios que genera. El viernes perdió 2,3 por ciento, pero en la semana quedó más de 7 por ciento arriba.

En Wall Street se refleja con más claridad el temor de que el plan económico no solo persista sino que se profundice. A lo largo del mes ninguno de los ADR’s (certificados de posesión de acciones) de empresas argentinas quedó en terreno positivo. Los que más bajaron fueron los de Edenor (-8,72%), Telecom (-8,10%) y Banco Macro (-8,04%).

Los bonos en dólares también sirvieron de refugio, en particular los de legislación local. Lo más destacado fue el alza del Boden 2015 de 4 por ciento a lo largo de la semana. El Bonar X que vence en 2017, quedó atrapado por las dudas de quién será el próximo gobierno y se mantuvo casi sin cambios y el Bonar 24 aumentó 1 por ciento.

Con estos antecedentes, la semana comienza complicada. El temor en los mercados está intacto. El armado de las listas no cambiará esta sensación. Por el contrario al ver cómo queda inmovilizado el candidato presidencial, Daniel Scioli, las dudas crecen. Un Scioli menos condicionado era una posibilidad de cambiar el plan y aflojar el cepo cambiario.

De hecho, las empresas están reclamando más dólares para importar y el frío ha dejado al descubierto que lo que se importa de energía es insuficiente porque no son pocas las empresas que soportaron cortes de gas ante la aparición del frío.

Se viene otra época de enfrentamiento. En la historia económica, jamás los controles vencieron al mercado. Lo único que lograron fue encarecer la cotización del dólar. El mecanismo parece agotado.